Por Tony Villavicencio. En esta especie de cruzada del poder político de Monte Quemado contra el periodismo, representada en una falsa denuncia que se la impulsa desde las usinas del poder, en la formulación de cargos en la justicia que llegaron al límite del disparate.

Nuestro objetivo en esta materia es enfrentar la infamia sin invadir a las instituciones de la democracia, empero sabemos que la gente elige a sus gobernantes y también a los medios para informarse y muchas veces no desea verse involucrada en conflictos o intercambios que quizás no le sean prioritarios.

Lee también: Monte Quemado: vecinos denuncian abusos de poder político-policial  

Sabemos también que para una media el vaciamiento de poder que sufre el gobierno municipal de Manuel Osvaldo Castillo presenta grietas que sin proponernos, nos ha convertido en la caja de resonancia de una democracia herida en sus libertades. Mal que nos pese, los vecinos excluidos han convertido al diario digital El Municipal Web en  la campana de sus necesidades y en el freno de los abusos, arbitrariedades y atropellos del poder político, que por estos estos días navega sin rumbo en el barco del descreimiento.

Nuestra realidad forma parte del contrato con la democracia y también con nuestros lectores. Creamos varias herramientas para no dejarlas pasar y responderlas minuciosamente una por una la denuncia que  realizó la secretaría de gobierno de la municipalidad,  Silvia Mariela Castillo, funcionaria de un gobierno de familia. Nepotismo. La denuncia es un disparate, no solo lo decimos nosotros, sino también lo afirma la justica, cuyos fiscales desestimaron los cargos por no existir delito.

Para nuestros lectores  la denuncia no es sorpresa, porque habíamos informado que desde los tugurios del poder político local, se elucubraban maniobras tendientes a silenciarnos y adelantamos que en Monte Quemado estaba en peligro la libertad de expresión.

Lee también: Pese a tener la autorización, impiden el ingreso de transportistas de carga a Monte Quemado

 Recordemos que a fines del año pasado nos tirotearon el auto y luego nos tiraron una víbora yarará viva dentro del sitio de la vivienda, que por una providencia no llego a mordernos, en dos hechos cobardes que se conservan en la larga lista de delitos que se mantienen en la impunidad, empero en esta ciudad, cabecera del departamento Copo, nadie duda de dónde vienen los ataques y quién los dirige.    

Porque somos profesionales adelantamos que la Secretaría de Gobierno de la municipalidad de Monte Quemado, pergeñaba una denuncia contra mi persona en la búsqueda de imputarnos de una figura delictiva en el absurdo de someter y silenciar a la prensa independiente.

Libertad de prensa 

En nuestra provincia, más allá del clima de respeto que se respira por la libertad de prensa y de expresión, no se puede dejar de advertir sobre ciertos peligros cuando la denuncia volvió a encender las alarmas de lo que parecía ya había desaparecido, y no puede menos que preocupar al gobierno provincial, ya que una funcionaria de la democracia de Monte Quemado intentó silenciar a la prensa.

Disciplinar lo que no controla

Sin dudas, la prensa independiente, activa y crítica del ejercicio del poder político es la mejor garantía para impedir que quienes lo ejerzan incurran en excesos o abusos. Las restricciones a la libertad de expresión dispuestas por los regímenes autoritarios buscan disciplinar lo que no controlan.

En el mundo está reconocido que uno de los pilares de las democracias es la libre expresión y donde  reina el autoritarismo, como es el caso de  Monte Quemado,  la libertad de prensa siempre estará amenazada o violentada. 

Lee también: En Monte Quemado, se hace lo que el poder político quiere y no lo que obliga la ley

Por consiguiente, resulta necesario poner fin a las insinuaciones, a las amenazas y toda otra forma o método que restrinja esta garantía de raigambre constitucional, ya que la libertad de expresión es un derecho fundamental e inalienable inherente a todas las personas y un requisito indispensable para la existencia misma de una sociedad democrática.