Días atrás, El Municipal Web recibió una carta documento intimidatoria de parte de la secretaría de Gobierno de la Municipalidad de Monte Quemado, Silvia Mariela Castillo, en su clásico estilo de atemorizar y amenazar con la policía y con la justicia.

En su intimación, exige que este medio se rectifique y niegue que fueran despedidos los 37 empleados, cuatro maestras jardineras cesanteadas y los 52 nuevos despidos de la sección Barrido, lo que totalizan 87 personas con carga de familia sin trabajo y sin pan.

En el tenor de su intimación, como una burla a la dignidad y en lo que es una clara amenaza, se refiere a las dos empleadas, que por denuncias suyas fueron citadas a sede policial mediante cédulas de notificación, cuyas copias obran en nuestro poder, Marcela Maldonado y Romina Navarro.

Este medio ratifica que fueron citadas en base a denuncia de la secretaria de Gobierno, cuyos expedientes debieran encontrarse en los registros de la Comisaría Seccional 22, y particularmente, Romina Navarro fue citada a presentarse por ante el oficial Sosa. Las copias de las cédulas de notificación y testimonios se encuentran en nuestro poder y fueron debidamente publicadas para constancia de nuestros lectores.

Para darle forma a la incoherencia, dijo sentirse agraviada por un escrito sin destinatario, ni dirección, que se encuentra en el perfil de la red social Facebook del director de este medio, en lo que es otro absurdo de su clara intención de coartar la libertad de prensa, atemorizando con la justicia, a la que aspira inducir al error y usarla como herramienta de intimidación, del mismo modo que obró con las denuncias que dieran pie a las cédulas policial con las empleadas Maldonado y Navarro.

Este medio no puede negar los 82 despidos de los trabajadores. No es de una persona de bien negar la humillación que sufrieron dos empleadas, en un claro abuso de poder, por el sólo hecho de lo que la secretaria de Gobierno se imaginó.

Del mismo modo, el medio no puede hacerse responsable de lo que la señora Castillo imaginó, en mensajes que no tienen nombre ni dirección. Y aquí el dicho “al que le quepa el sayo, que se lo ponga”.

Está claro, interpretamos que la intimación mediante su carta documento responde al propósito temerario de atentar contra la libertad de prensa y utilizar a la policía y la justicia como herramientas de sometimiento y amenazas es un claro abuso de poder, que nos abre las puertas a acudir a la justicia, reservándonos el derecho de iniciar acciones legales por el daño de su trato en el tenor de su absurda amenaza, a la que oculta en una simulada intimación, donde se nos trata de mentirosos, desprestigiando los medios que representamos.