En la primera jornada de audiencias de esta semana, los magistrados y las partes escucharon las declaraciones de cuatro testigos en relación al homicidio y abuso sexual de Mario Agustín Salto.

La primera fue Natalia Díaz, quien trabaja en la División Criminalística de la Policía provincial y tomó fotografías en una inspección ocular efectuada en el marco de la investigación. Después compareció Liliana Contreras, vecina de uno de los enjuiciados, Ramón Rodríguez, quien trabajaba en inmediaciones de la represa donde desapareció el niño quimilense. También declaró Raúl Maldonado, quien halló el torso con los brazos de “Marito” al costado de un camino, cuando se dirigía hacia su chacra, en la periferia de Quimilí. Asimismo, expuso el forense Edgar Rodríguez Amicone, quien acompañó al primer juez que tuvo la causa, Miguel Moreno, cuando se dirigieron al lugar donde la víctima fue encontrada desmembrada.