“De noche viene un tipo y se tira encima de mí. Me hace cosas que no debería hacerme”, habría confesado en crisis de nervios una mujer, de 65 años, a una familiar, luego de que tres sujetos irrumpieran en su casa y la sometieran sexualmente, cuando los sorprendió sustrayendo sus bienes.

El hecho fue denunciado en la Comisaría Comunitaria 43 de Pampa de los Guanacos –departamento Copo- por la damnificada y comenzó a ser instruido por la Fiscalía de turno de la circunscripción Copo, que ordenó una serie de medidas judiciales a seguir las próximas horas.

Las averiguaciones se iniciaron, días atrás, luego de que una joven, residente en el barrio San Pantaleón, de Pampa de los Guanacos, alertara a la Policía de que su abuela fue hallada en crisis de nervios en su casa. La mujer, además, presentaba golpes.
Los uniformados se dirigieron al inmueble de calle Pública, donde entrevistaron a la damnificada, quien reveló que en horas de la madrugada había escuchado ruidos extraños en el patio de su vivienda y, al dirigirse a ver qué sucedía, descubrió a tres asaltantes.
Los desconocidos la tomaron de los brazos y, a la fuerza, la obligaron a ingresar a la casa. La agredieron físicamente, le taparon la boca con sus manos para que no pudiera gritar, la desnudaron y la accedieron carnalmente. La amenazaron de muerte, para que no radicara la denuncia penal. Luego, se dieron a la fuga.
Al día siguiente, la damnificada fue hallada por su nieta, en crisis de nervios. La menor le preguntó “¿qué le había pasado?”. La víctima comenzó a contarle los pormenores del ataque sexual que sufrió. Fue examinada por el médico de guardia, quien determinó que presentaba lesiones compatibles con un ataque sexual y golpes en diversas partes del cuerpo.

Abusos constantes
Mientras la Policía inició el procedimiento de rigor, donde secuestró las prendas de vestir de la damnificada para ser analizadas, así como también prendas que serían de los sujetos, se realizó un informe socio-ambiental.
Los uniformados realizaron un relevamiento y un allegado a la víctima develó que “no sería la primera vez que sufre un ataque tan grave”. La mujer, en varias oportunidades, fue sorprendida por un sujeto que reside en la zona, quien ingresa a su casa, la golpea, le tapa la boca y luego “se acuesta encima de ella” para abusarla sexualmente.
La testigo manifestó que la víctima le había indicado: “Él –por el agresor- vino muchas veces a la casa y me violó. Ingresa a la casa y se acuesta arriba de mí, me hace cosas que no debería hacerme. Siempre me amenaza”.
La mujer les brindó a sus allegados el nombre del sujeto. Al tiempo, le habría asegurado que hay otro sujeto que suele realizar el mismo delito en contra de su persona. El depravado, en este caso, espera que no quede nadie en la casa para irrumpir en el sitio.
Suele arrojar elementos contundentes contra la propiedad. En caso de que no tenga respuestas, ingresa. La somete sexualmente a la víctima y luego de amenazarla de muerte, se retira.
La mujer, al ser consultada sobre los dos casos revelados por sus allegados, indicó que “por miedo y vergüenza no se había animado a radicar la denuncia, ya que teme que los agresores la maten o ataquen a sus familiares.
La Fiscalía solicitó que se iniciaran las pesquisas sobre los pormenores el hecho.
En tanto, la víctima comenzó a recibir la asistencia psicológica pertinente.