El perro Dogo, de tres dentelladas mató al Caniche Toy del vecino, quien habría reaccionado colgando de un árbol al asesino animal. Por estos sucesos hay dos familias enfrentadas, las que se amenazan de quemar las viviendas, por lo que la Policía de Quimilí mantiene estricta vigilancia para evitar hechos de violencia.

Las familias Carrizo y Leal, de Bajo Hondodepartamento Juan Felipe Ibarra, después de convivir por más de dos generaciones en paz, ayer se pelearon a causa de los canes, provocando el desplazamiento de las fuerzas de seguridad de la ciudad de Quimilí, que con su oportuna llegada evitaron un violento enfrentamiento, que podría haber derivado en graves consecuencias.

Según fuentes policiales, todo habría comenzado precisamente cuando “Toy”, el perro Caniche de los Leal se encontró con el Dogo Argentino de los Carrizo. Pareciera que las bravuconadas del más pequeño puso furioso al grande, que sacó a relucir su instinto asesino, y de dos tarrascadas lo despedazó.

La noticia del, prácticamente, descuartizamiento del caniche corrió como reguero de pólvora por el vecindario y llegó a los oídos de sus dueños, que encontraron al pequeño animal muerto en el mismo lugar donde lo dejó su feroz contrincante, con quien muchas veces dicen los veían jugar.

Los Leal fueron a la casa de los Carrizo a reclamar, quienes negaron ser los dueños del perro asesino, liberándose de este modo de toda responsabilidad del daño que podría haber causado el animal.

La “guerra”

Cuando parecía que todo terminaría en ese conflicto, los Carrizo comenzaron a notar la ausencia del perro, al que habían negado ser los dueños y tuvieron que salir a buscarlo, sin tardar, lo encontraron muerto, pendiendo de un alambre, colgado de la rama de un árbol, en un hecho de justicia propia.

Los Carrizo no dudaron de culpar a los Leal, quienes le dijeron que como era un perro sin dueño, viejo y dañino, decidieron poner fin a su vida, desatándose la guerra entre ambas familias, con amenazas de muerte, hasta quemarse las viviendas. Hubo hasta escenas de “pugilato” que sino pasó a mayores fue porque oportunamente llego la Policía, la que desde el día que arrancaron las mutuas amenazas se mantiene en las inmediaciones vigilando, para evitar enfrentamientos.

El hecho, que conmocionó a la pacífica población de Bajo Hondo, fue informado a la fiscal de feria en turno de la ciudad de Quimilí, doctora Andrea Juárez, quien ordenó la prohibición de acercamiento de ambas familias.