Un prestamista de 35 años, residente en la localidad de La Bajada, departamento Banda, era la “mano que tejía los hilos” en una organización narcocriminal que operaba entre Salta y Santiago del Estero, con un cabo de Gendarmería Nacional como el “traficante”.

La banda desarticulada por los efectivos de la delegación Santiago del Estero de la Policía Federal se llevó a cabo en la mañana del jueves, cuando los efectivos detuvieron al uniformado que presta servicio en Gendarmería Nacional y a dos hermanos.

Fueron identificados y desde el interior del automóvil se secuestró un bolso de mano negro. En su interior contenía cinco kilos de cocaína. La droga tenía como destino: un búnker que operaba desde la localidad de La Bajada, departamento Banda.

La casa era propiedad de un prestamista de 35 años, quien está sindicado de ser el líder de la banda a nivel local.

Los traficantes salteños compraban la cocaína en la localidad de Saravia —provincia de Salta—. Atravesaban la provincia, hasta llegar a la localidad de Joaquín V. González, donde abordaban un automóvil Volkswagen Bora “chipeado” —preparado para alcanzar altas velocidades— y emprendían el viaje por la Ruta Provincial 5. La cara visible de la organización para el tráfico era el gendarme, quien “chapeaba” en los puestos de control.

Pasaba por los controles y mostraba su credencial de miembro de la fuerza de seguridad nacional. Evitaba, de esa manera, ser requisado. Luego, tras pautar las negociaciones, se hacía el arribo de la sustancia.

La organización de narcotraficantes realizaba el mismo itinerario por lo menos dos veces por semana. De acuerdo con el análisis de las escuchas telefónicas, los salteños solían realizar cesión de su “mercadería” en dos entregas de entre 4 y 6 kilos de cocaína.

Los salteños entregaban los paquetes al prestamista y luego se dirigían a la casa de un vecino. Se trata de un empleado público de 24 años, quien fue apresado en un allanamiento que se realizó en su propiedad de la localidad de La Bajada, departamento Banda, cuenta Nuevo Diario.

Entre el empleado público y el financista, los narcos realizaban la comercialización de drogas en menor escala a través de un dealer que “operaba” en la calle vendiendo las “dosis”.

Los policías federales lograron detener en total a ocho miembros de la organización interprovincial de venta de estupefacientes. De este modo, se logró desbaratar una de las bandas más importantes que operaba en el interior de los departamentos Banda y Robles.

Cabe destacar que la Policía logró detener en total de ocho sujetos, entre ellos el traficante y los dos líderes de la organización criminal. Se secuestraron 400 mil pesos, dos armas de fuego, una motocicleta y tres automóviles, uno de los cuales de alta gama.