Gobernadores, legisladores y políticos en general piden y reclaman explicaciones. De no ser por las anotaciones, nadie se dio cuenta del sobreprecio, ni el gobierno anterior ni el actual que ya tiene dos años y medio. Escribe José Sema.

Se relevó al ministro de Energía (se fue Juan José Aranguren que es ingeniero), lo remplazó otro ingeniero en petróleo (Javier Iguacel), que fue puesto en el cargo por otro ingeniero, hoy presidente de los argentinos (Mauricio Macri) ¿pero ninguno de los tres ingenieros prestó atención al sobreprecio ni se dieron cuenta de ello?

Cuando en el año 2011 la ex presidente Cristina Fernández y el presidente boliviano Evo Morales inauguraron el Gasoducto de Integración Juana Azurduy (GIJA) cuya obra es fundamental para alimentar al futuro gasoducto del noreste argentino, que suministraría   también de gas al norte de Santiago del Estero.

El Gasoducto Juana Azurduy (en operación) permite el transporte de gas desde Campo Grande hasta Madrejones en territorio boliviano, y en el lado argentino hasta Campo Durán. Tiene una longitud total de 48km, 13 en territorio boliviano y 35 en Argentina, con una tubería de 32 pulgadas de diámetro y demandó una inversión de 180 millones de dólares.

¿Cuánto salió el metro pulgada del gasoducto de integración Juana Azurduy?

El costo del metro pulgada del gasoducto fue de 58,59 US$/pulgada-metro, al que se le agregó un adicional del mismo valor, por la incorporación de moto compresores de distintas potencias, estaciones de regulación y medición, instalaciones de superficie y estudio Ambiental Previo y relevamiento plan métrico, estudio y Auditoría de la Ingeniería Básica, Gestión de Servidumbres, Compensación social, Indemnización por construcción, Contingencias y otras obras complementarias de carácter civil, eléctrica y de comunicaciones, dando un valor por metro pulgada instalado de 117,19 dólares, haciendo un total del costo de la obra de unos 180 millones de dólares, precio que no incluye la trampa de scraper receptora y la planta de separación y medición del gas que se importa desde Bolivia y permite el transporte de gas desde Campo Grande hasta Madrejones en territorio boliviano, y en el lado argentino hasta la planta compresora de Campo Durán, en la provincia de Salta; este gasoducto ya está funcionando y fue inaugurado el 30 de junio de 2011. Y desde Salta tenía previsto en otra etapa extenderse la red hacia el norte de Santiago del Estero, beneficiando a ciudades asentadas sobre la ruta internacional 16, como es el caso de Monte Quemado, Pampa der Los Guanacos, e ingresar a territorio Chaqueño.

En esa oportunidad el consultor y especialista correntino en temas energéticos, el ingeniero José Sesma, publicó en los medios: “Los costos del Gasoducto de Integración Juana Azurduy y del noreste el GNEA, superan las normas establecidas por el banco Mundial, lo cual a su criterio debería ser tema de investigación judicial”. Pues no quiere dejar pasar por alto el costo sobre elevado de precio de la pulgada-metro, que en el mundo se sitúa entre 10 y 30 dólares por cada pulgada de diámetro y por cada metro de longitud, recomendando inclusive usar 20 dólares para un primer cálculo (recomendación del Banco Mundial) y habitualmente en la cotización de las obras de un gasoducto se estima un 10 a 15 % el adicional y no un 100% como en estos casos.

Si se toma el valor recomendado de la pulgadametro, más el 14,79% nos da unos 22,96 dólares, es decir que la obra tendría que haber costado unos 35,264 millones de dólares, lo que arroja un sobreprecio de 144,740 millones de dólares. De 7 a 27 son los dólares que puede costar la pulgada-metro de un gasoducto en la Argentina. En el piso se ubica la ampliación del Gasoducto San Martín, cuyo costo fue algo menor a los U$S 7 por metro-pulgada. En el techo, la más resonante y costosa de las obras fue el Gasoducto del Noreste Argentino (GNEA), el Decreto 267/2007, que declara de “interés público nacional” la construcción del GNEA.

Asumiendo una estimación de costos igual a 27 U$S/ pulgada-metro y 1.800 US$/HP para la cañería y la potencia de compresión respectivamente (un precio sobre elevado pues para ese año se estimaba como máximo 20 U$S/pulgadametro), al que se le agrega un adicional del 14,79 %.

Gaseoducto NEA

El GNEA estaba proyectado para un recorrido de 1.468 km., con un diámetro de tubería, 36 pulgadas en los primeros 100 Km y 30 pulgada en el tramo restante. El Costo total estimado de la obra 1.382.557.000 dólares, es decir que el precio por pulgada-metro más el 14,79 % dio 30,99 dólares (datos y valores extraídos del Decreto 267/2007).

Si se toma el valor recomendado de la pulgada metro, más el 14.79 % nos da unos 22,96 dólares, es decir que la obra tendría que haber costado unos 1.024.856.726 millones de dólares, lo que arroja un sobreprecio de 358.699.854 dólares.

Se recuerda que el Banco Mundial publicó una regla a la que llama “regla del dedo gordo” (Rule-of-Thumb) en la que ofrece un estimado inicial que asocia a sólo dos variables, el diámetro y la longitud. De acuerdo a esta regla el costo en la actualidad (año 2018) se sitúa entre 15 y 35 dólares por cada pulgada de diámetro y por cada metro de longitud, recomendando inclusive usar 25 dólares para un primer cálculo.

En la oportunidad de la inauguración del gasoducto de integración Juana Azurduy mencionado en párrafos anteriores, la expresidente Cristina Fernández anuncia el megaproyecto de la construcción del gasoducto del noreste argentino GNEA que constaría con 4.144 kilómetros (incrementando en 2.676 kilómetros a los kilómetros del decreto 267/2007) de gasoductos, ocho plantas compresoras y 168 Reguladoras, de donde se abastecerá a 3.400.000 habitantes de 168 localidades de Formosa, Santa Fe, Salta, Chaco, Corrientes y Misiones. El GNEA ahora estará proyectado para un recorrido en su troncal de 1.468 kilómetros, con un diámetro de tubería, 24 pulgadas y de 2.676 kilómetros, de recorrido de subtroncales y gasoductos de aproximación cuyo diámetro nominal son de 12, 10, 8, 6 y 4 pulgadas.

La obra total demandará una inversión superior a los 6.100 millones de dólares. Tomando el costo del metro pulgada del gasoducto fue de 58,59 US$/pulgada metro al que se le agregó un adicional del mismo valor al igual que el costo del gasoducto de integración Juana Azurduy, dando un valor por metro pulgada instalada de 117,19 dólares.

Si se toma el valor recomendado de la pulgada metro del Banco Mundial al año 2018 (25 dólares), más el 14.79 % nos da unos 28,70 dólares, es decir, la obra total demandaría una inversión de 1.494.892.663 dólares, lo que arroja un sobreprecio de 4.605.107.337 dólares. Antes que nada quiero acotar que esté informe lo realizo sin un objetivo o distinción e inclinación política, priorizo los intereses de mi patria y por ello siempre me opuse a la construcción del gasoducto de noreste argentino que fuere alimentado mediante el Gasoducto de Integración Juana Azurduy que transporta gas importado proveniente del país hermano de Bolivia, pues en la región existe un gasoducto de 24 pulgadas en la puertas de la ciudad de Paso de los Libres situada al sur de la provincia de Corrientes, cuya capacidad de transporte es de cinco veces el consumo de la región NEA y así lo informé en el estudio de la demanda que realicé en el año 2007 contratado por Enarsa. Si se alimentara el gasoducto del noreste argentino GNEA con el gasoducto que llega a Paso de los Libres, realicé los cálculos con la misma cantidad de kilómetros entre troncales, sub troncales y gasoductos de aproximación y de similares diámetros de las cañerías, el monto de la obra es de 1.450 millones de dólares, es por ello que publiqué en los medios (año 2011) los sobre precios de la obra que hoy son títulos en primera plana.

Pero no termina allí la postergación y paralización de la obra del GNEA, que lo denominé “GNEA el gasoducto del nunca jamás”. El gobierno actual cambia la razón social de la empresa ENARSA por IEASA, y su nuevo directorio decide achicar los kilómetros del GNEA de 4.144 a 2.983 kilómetros, es decir 1.161 kilómetros menos, eliminando de cuajo los gasoductos de las provincias de Corrientes y Misiones, lo cual es un hecho sumamente indignante y antifederal.

La reducción y eliminación se puede comprobar entrando a la página de la empresa. Y lo peor aún son las denuncias de sobreprecios y corrupción realizadas por un chofer arrepentido y por ello la obra del GNEA se encuentra completamente paralizada, en lo que es otra burla del Gobierno nacional que humilla al pueblo argentino.