Por Tony Villavicencio | Los pueblos que sufrieron el sometimiento del obraje por ambición desmedida de patrones, provocando desolación y ruina en las familias de los hacheros, frenando el desarrollo social, económico y cultural de los pueblos del norte santiagueño.

La cultura del hacha ha dejado el campo libre para que se extendiera una oleada de transgresiones para muchas generaciones, facilitando todo tipo de tramoyas políticas, que tienen que ver con la sumisión del pueblo que dejó pasar desmesuradas acciones en perjuicio del hachero y su nula instrucción.    

La política y el orden social en Monte Quemado conlleva a una gran cadena interminable de pecados, todos ellos hollando con la miseria humana a través de periplos bifrontes, donde las arcadias se pierden en mundos donde la paz se desencanta, despojando al obrero de su esperanza.

En estos desenlaces infecundos, rizomas de poder violan la democracia cuando al intendente siempre se lo vio como el patrón y los elegidos por el pueblo para gobernar 37 años. No es casualidad sino causalidad, fueron dos hombres de un mismo origen. Estrechamente vinculados al obraje que los ata al pasado y esperemos que el  nuevo gobierno del cambio enderece el rumbo de la democracia en Monte Quemado.

Es imperativo que luchemos por un nuevo concepto de convivencia, donde la política sea el instrumento  ante el orden humano, que suspenda la idea antagónica que nos flagela y la no discriminación por pensar distinto sea el nuevo devenir del  pueblo. Mea culpa, mea culpa es un sentir que tortura, es un no amar, es relativizar la vida, desconociendo al hermano que merece recibir una paga justa por su esfuerzo.

El pecado social y político se embriaga con las patologías modernas que calan en las entrañas del cuerpo social. La democracia fallida promueve el pecado político que carcome el entorno, fecundando y solidario del empresario  que otorgó un bono solidario de 50.000 pesos a sus más de 20 obreros, todos debidamente registrados.

Por haber publicado este ejemplar gesto de solidaridad de Fernando Boggetti, fuimos insultado por otro  “empresario”, perdón, digo explotador, quien me atribuía que con la publicación estaba avivando a los trabajadores del sector forestal.

La democracia ofrece la liberación al mundo con su fuerza espiritual para romper todo esclavismo y todo obstáculo que se interponga contra la igualdad de derechos, igualdad que viene siendo embriagada con los conjuros de la politiquería barata. La razón universal y el pensar libre se halla en la profundidad existencial que se alimenta del sentir humanista, cuyo fin es despojar de la vida, todo hito de sometimiento. Los errores humanos ofrecen oportunidades y esperanzas, llenando de inspiración el sentir de la vida a quienes se acojan a abrir caminos de ejemplo en la solidaridad.