Por Tony Villavicencio | Ayer, en la ciudad de Monte Quemado, departamento Copo, se produjo un hecho inédito que debiera contagiar a la sociedad.

Cuando los titulares de la empresa GW Maderera y Fernando Boggetti, destinaron de sus ganancias un bono de 50.000 pesos para cada uno de los  trabajadores del aserradero, en un gesto de solidaridad y en un hecho único del sector privado en la provincia.  

Incentivar la solidaridad y las buenas acciones en las empresas puede ayudar a poner en marcha grandes proyectos y de forma individual, colaborar en actos solidarios.

Al hablar en Monte Quemado de una empresa solidaria, nos referimos a una acción que desmorona la creencia de una cultura del obraje de la explotación y del sometimiento que mejora su entorno, ya sea a través de un acto altruista o vinculado directamente a alguna acción de carácter social.

Sin dudas, ese obraje de la explotación del monte y del hombre, no es más que un mal recuerdo, hoy el trabajo maderero quedó enterrado en el pasado y el actual enfoque es humano, empresarial, en el que los actos solidarios y el desarrollo económico trabajan en conjunto, derribando todas las barreras que hasta hace algunos años impedían pensar que ambos conceptos obrero y patrón podrían ir de la mano.

Las acciones solidarias permiten a las empresas devolver a la sociedad parte del beneficio que han obtenido. Es lo que siempre escuché decir a Fernando Boggetti en su amplitud, teniendo conciencia de ello es un empresario solidario que no persigue únicamente objetivos de rentabilidad, sino que también busca jugar un papel fundamental en la sociedad contribuyendo y promoviendo acciones que nos permitan alcanzar un planeta más sostenible y justo.

Es por eso,  que  el  gesto difundido ayer, el de la solidaridad en Monte Quemado en las empresas, da como resultado empleados mucho más felices, motivados, comprometidos e identificados. La solidaridad es  un pilar que forma parte activa del vínculo del patrón para con sus obreros, y a pesar de que ese no es el ánimo de Boggetti, hay que difundirlo para que el ejemplo en la sociedad copeña trascienda y nos sirva de ejemplo.