Sin dudas, la vuelta del intendente Arnaldo “Beto” Cazazola al municipio de Nueva Esperanza tiene que ver con ese reconocimiento a sus transparentes y superadoras gestiones anteriores, con obras y servicios que mejoraron la calidad de vida de los vecinos de esa próspera ciudad.

El hecho de que los municipios no tengan atribuciones para definir los grandes lineamientos políticos, hace que la elección se vincule en mayor medida a la transparencia de las gestiones y prestación de servicios públicos básicos de un municipio y Beto, como todos lo llaman, en sus dos gestiones pasadas ha sabido conquistar la confianza del pueblo que lo volvió a elegir por un tercer mandato

Si el electorado juzga aceptable las dos gestiones de Cazazola, lo recupera de una banca de diputado provincial y lo vuelve a sentar en el sillón de la municipalidad, es un claro reconocimiento de que ordenó un municipio, que trabaja con proyectos que me mejoran la calidad de vida de los vecinos de su ciudad, y que también gestiona con visión de futuro proponiendo el desarrollo y crecimiento regional.

Como repiten los esperanzados vecinos, “la vuelta de Arnaldo “Beto” Cazazola a la municipalidad de Nueva Esperanza, es lo mejor que nos pasó”.