Por Tony Villavicencio | Para muchos, el concepto de censura parece lejano, como una de esas enfermedades que fueron erradicadas hace décadas.

Sin embargo, en ciertos ámbitos, esta mano autoritaria sigue actuando, impidiendo que se lea o se dé a conocer información que contribuya a formar y liberar a los pueblos.  

Se oculta absurdamente lo que el pueblo espera conocer y el periodismo está obligado a informar a través de un doblaje vulgar mediocre, cubriendo con más ropa a ciertos personajes de la política. Cuando el mensaje de El municipal Web llegó al imaginario social sin censura y el pueblo con información  objetiva  se liberó y  fue protagonista del cambio.

El problema de la censura no acaba en el perjuicio que pueda ocasionar al mensajero, quienes ven sus informes  manoseados y los periodistas que siempre lucharon por la libertad de prensa no vamos aceptar a los de mentes cerradas, a los  pensadores de la radiofonía que son los que por lo general imponen la censura y lo hace precisamente por eso, por su pobre ignorancia. Para ellos es más importante censurar al mensajero que aprender del que fue formado para informar.

Por otro lado, si tan sólo la censura fuera una medida orquestada por las monedas de los gobiernos  para impedir que sus pueblos conozcan la verdad, el mundo tendría más esperanzas de salir adelante; pero la realidad es que esta macabra medida para ocultar información se utiliza a menudo dentro de una radio y o medios de prensa escritos, y lo hacen con el objetivo de moldear las conciencias de los oyentes. Para impedir que se expongan a ciertos conocimientos que podrían ayudarlos a los pueblos sentirse más libres.

Es indignante que cuatro desvelados sin ninguna formación académica, bajo los efectos de vino barato, promuevan se proscriba a un diario digital que le cuenta al pueblo su propio sufrimiento. Hacer periodismo es eso, contarle al pueblo su  dolor, su propio sufrimiento, sus necesidades y lo bien o  el mal obrar de sus funcionarios. Destacando éxitos y también fracasos, entonces nos damos cuenta que para los aficionados de periodismo en  Monte Quemado les es más fácil  Censura y no aprender.