Por Tony Villavicencio | La manipulación informativa de los medios del grupo Clarín, ha conformado una subjetividad que distorsiona la realidad de acuerdo al discurso dominante cuando trasmiten lo que se imaginan y no son objetivos en trasladar al imaginario social la realidad.

Hoy, en un contexto en que el control sobre la población se da de forma indirecta y encubierta, el poder comunicacional encuentra así una manera sutil y eficaz de influir sobre la sociedad y sin dudas en estos días, a partir del juicio de la vice presidenta, los fiscales y la supuesta amenaza del presidente Alberto Fernández al fiscal, los  grandes medios de comunicación tratan de hacernos llegar informaciones orientadas en una dirección determinada, sesgadas o simplemente manipuladas.

Tal afirmación resulta a estas alturas una evidencia para una parte cada vez mayor de la población. Cuando los medios del grupo Clarín trasladan al  imaginario social, un informe subjetivo direccionando, esto explica que lo que se emite a través de los grandes medios siga teniendo una capacidad de influencia muy elevada en la sociedad Argentina.  Al extremo de convencer que la mentira es verdad  con mensajes y discursos que profundizan la grieta en la sociedad argentina.

En todo caso, los grandes medios no solo actúan monopolizando el espacio informativo y ocupando los principales lugares en los que se desarrollan nuestras relaciones sociales. Necesitan, además, influir sobre la población de una manera más intensiva, constituyendo un conjunto de discursos que una parte importante de la sociedad acabará aceptando y defendiendo como si fuera propio.

Hace pocos días, en el inicio mismo de la negación del tribunal a la solicitud de  ampliación de la declaración de Cristina Fernández de Kirchner que está siendo juzgada por el caso Vialidad, los  argentinos vimos la negación  a la que fue la  más clara violación de las garantías y derechos constitucionales. Si en ese nivel  no se respetan el legítimo derecho  a la defensa  que tiene en cualquier etapa del juicio, el ciudadano del nivel de la vice presidenta de la Nación, qué podemos esperar nos ocurra  a los demás; y lo más grave, los comunicadores del grupo Clarín se esforzaban por defender lo indefendible, al extremo de caer en  lo ridículo.

De lo que estamos informando. Un buen ejemplo son las declaraciones del presidente Alberto Fernández  que textual, dijo. “Lo que le pasó a  Nisman es que se suicidó. Yo espero que no haga algo así el fiscal Luciani”, afirmó el jefe de Estado en el canal de TN. Medio perteneciente al grupo Clarín, desde donde hace años se viene estafando en lo que es el más escandaloso Afeir comunicacional informativo de la que es víctima la fe pública argentina.

La pregunta es “¿Hay alguna palabra del presidente, desde su contenido que se relacione con a una  amenaza? Si se informa lo expresado con objetividad, el comunicador está indicando el valor de la palabra  del mensaje expresado. Empero  como es la practicas desleal, artera  y hasta cobarde se la trasmite con subjetividad.

Es necesario  diferenciar la  subjetividad  de lo objetivo.

Subjetivo se dice de una percepción, opinión o argumento que corresponde al modo de pensar propio de un sujeto y es lo que hacen los periodistas del grupo Clarín. Ellos se imaginan que fue una amenaza, y la cuentan como ellos la creen y cuando se es objetivo, a la información  se la trasmite con el valor que tiene cada una de las expresiones.

De hecho, la subjetividad con la que el grupo clarín trasmite la información direccionando su contenido a la sociedad desde la perspectiva del análisis, es una muestra de la capacidad de los medios de comunicación a instalar mediante el engaño, las  grietas en la sociedad política argentina. Al poder ya no le hace falta actuar sobre el sujeto, porque este se ha construido directamente con los mismos materiales del poder comunicacional dominante en lo que es un deliberado ataque al gobierno de la fracasada oligarquía argentina.

Hay que recordar que  fueron los oligarcas los que desde 1810, hasta 1853, se oponían a la Argentina federal.  Fueron los oligarcas los que desterraron y proscribieron a Perón. Fueron los oligarcas los que golpearon los cuarteles y formaron el partido militar con más de 30.000 desaparecidos. Son  hoy los oligarcas y los medios del grupo Clarín los que operan con el partido judicial en otro nuevo intento de proscribir y hacer desaparecer al justicialismo argentino. Con todo, el acompañamiento capitalista consigue así completar uno de sus principales objetivos de judicializar a una líder política argentina y esto coincide con las últimas tendencias históricas que han llevado al capitalismo hasta el modelo neoliberal.

La derecha argentina como siempre, operando desde las sombras, oculta esta vez detrás de medios de prensa de Magnetto, en la  estrategia de suministrar al pueblo información  distorsionada, mal intencionada que acompañe y purifique  las injusticias del partido judicial que pareciera no son conscientes de lo que se viene y vuelvo a repetir, “Dios salve la Patria”.