Por Toni Villavicencio |Por qué crecen los casos de coronavirus a nivel local, provincia y nacional. La explicación es muy simple. El 80% de los contagios que tuvimos son todas cuestiones de imprudencia, la soberbia que nos hace creer que a nosotros no nos va pasar lo que sufre el otro.

La Organización Mundial de la Salud "Cuando todo el mundo decía que Ómicron era más benigno, nos olvidamos de que medio millón de personas murieron desde que la variante fue detectada”, no lo digo yo sino declaró el gestionario de incidentes en la OMS, Abdi Mahamud, y lo hizo "En la era de las vacunas eficaces, Repito medio millón de personas mueren y es verdaderamente algo (...) más que trágico".
Fiestas y festivales, con la presencia de miles de personas, y en la mayoría de los casos sin barbijos, como desafiando esta situació. Hay que reconocer, el personal médico y toda la sanidad vive en un alto nivel de riesgo, un momento de enorme estrés por la pandemia. Es el agobio, la angustia y la intolerancia de un sinnúmero de estúpidos que van a los cultos, a las canchas, organizan fiestas, festejan, bailan, se ríen y hasta incrédulos se burlan de una situación que amenaza con la muerte a toda la humanidad.
El 8O% de todo los problemas que tuvimos son todas cuestiones de imprudencia. Hay grupo que hace las cosas imposible, no se dan cuenta que en la primera etapa la cuarentena nos salvó. Había hospitales con seis respiradores, de los cuales funcionaba uno y en esta segunda etapa, por suerte nos sorprendió con los hospitales y los centros de atención mejor preparados, empero hay que cuidarse y cuidar al otro.
Es una angustia inimaginable saber que hay gente que está desafiando. Este grupo de gente de indolentes e imprudentes son los primeros que recurren presurosos cuando tiene un familiar enfermo critican o exigir mejores atención y son estos en esta emergencia los más irresponsables.
Vamos a salir del formato y de la disciplina periodística y pedirles a los estúpidos, que no se queden en casa, pero que se cuiden y hagan extensivo al abuelos, a sus padres, a sus hermanos, a sus esposos y cuiden con mucho amor a sus niños que en esta segunda etapa en el mundo encabezan las estadísticas de infectados.
En contraste, destacó la labor de los comerciantes. Es impecable. Han tenido una responsabilidad y actitud que nos ha dejado fríos. Y les volvemos a pedir, no atiendan fuera de los horarios establecidos. Se pueden hacer infinidad de cosas en una pandemia, pero estupideces que hacen tanto daño al prójimo eso no. Eso es intolerable en una sociedad de Monte Quemado con alma de pueblo, donde todos nos conocemos y nos necesitamos.