Por Tony Villavicencio | La manipulación a través de las redes sociales está a la orden del día. En la actualidad se manipula desde el poder político, los medios de comunicación y también en las relaciones interpersonales.

La manipulación es una forma de chantaje emocional. Se pone en marcha una conducta para inducir al otro a que piense, sienta o actúe, sin darse cuenta, de la forma en que el manipulador quiere que lo haga y esto en Monte Quemado se ha trasladado a algunos “inocentes”.

Y ese es precisamente el gran problema de la manipulación: se trata de una conducta encubierta, que no siempre es detectable para quien es víctima de ella. De ahí que muchos muerdan el anzuelo y terminen permitiendo que los manipuladores se salgan con la suya.

El instrumento básico para la manipulación de la realidad es la manipulación de las palabras en el mensaje. Si tú puedes controlar el significado de las palabras puedes controlar a la gente que las utiliza.

En Monte Quemado hay numerosos grupos que interactúan, pero hay uno que deberá llamarse Libre Operación. En este, interactúan personas no muy bien informadas y hasta de escasa instrucción, y lo hacen con fines políticos. Trascendió que los manipuladores recibirían dinero, mediante contrato, por parte de la municipalidad.

Por eso, es muy importante aprender a identificar las tácticas que utilizan los manipuladores:

  1. Te hace sentir culpable y no sabes por qué

En Monte Quemado, hay bailarines sobre una cuerda dejando ver la manipulación, te dicen que son libres, pero te informan lo que sucede lejos y te ocultan lo que ocurre en el pueblo donde vives, privilegian publicaciones oficiales del gobierno municipal, con lo que está claro cuál es la orientación, empero no dejan de embaucar a algún desprevenido.  

El manipulador, por naturaleza, acude a la victimización constantemente. Es muy probable que tengan un “trauma tipo comodín”, es decir, algún episodio difícil de su vida que siempre expone como justificación para lo que hace de manera incorrecta.

La “infancia difícil”, los “hijos ingratos”, la “mala suerte” y otras fórmulas por el estilo son sus favoritas. Lo que los descubre es que exhiben con cierto orgullo esas cicatrices emocionales y hasta terminan ufanándose de ellas y a veces actúa ocultándose en el grupo, en otras se identifica y siempre trata de mezclarse entre los administradores.

Si, por ejemplo, les reclamas por su falta de consideración, te responden diciendo algo como “tú te enojas porque no soy igual a vos”, y con ese uso de palabras te desvían del tema diciéndote, “pero yo tuve que soportar un padre que me abandonó cuando tenía tres años”. Así, te desarman con sus traumas ¿Quién va a ser tan insensible como para hacerle reclamos a alguien que trae encima semejante pasado? Así es su juego.

  1. Te amenaza con sutileza

El manipulador fingido, desinformado y de escaso nivel intelectual que es el caso de algunos personajes de Monte Quemado, siempre usa la táctica de sorprender y cuando alguien del grupo lo desvirtúa, indirectamente amenazan, es una de las tácticas más recurrente y siempre busca alianza, en lo posible con otros manipuladores, y juntos tratan de desviar el tema del debate que complica el fin último que persiguen. Buscan ser ellos los que impongan el tema y de esa forma se convierten en pequeños tiranos doméstico defendiendo al patrón por un mísero contrato.

  1. Si críticas al gobierno municipal, té descalifican

Cuando abordás un tema serio que compromete al gobierno municipal, salen al cruce (dos o tres) y te descalifican, lo que hacen a través de sarcasmos, son verdaderos conejitos mostrando la manipulación de unas marionetas.

Si algo detesta al manipulador es la comunicación directa. “No te dicen perro, sino que te ofrecen un hueso”, dice el refrán popular. Por lo general, utilizan el sarcasmo para ridiculizarte o minimizar el valor de tus pensamientos, sentimientos o acciones. El manipulador quiere que los demás se sientan inseguros e inferiores a él.

  1. Falsa amabilidad

Un ejemplo de esto es cuando te envían un mensaje aparentemente amable, pero que encierra un contenido bastante agresivo: “Tal vez si leyeras un poco más podrías tener amistades más selectas”. Traducido quiere decir: “Eres una persona inculta y por eso tus amigos son unos pobres diablos”.

La víctima del manipulador llega a veces a creer que este tipo de apreciaciones son formas de ayudarle a ser mejor. Nada más falso. Cuando alguien quiere ayudar a otro, emplea una comunicación directa y sincera, no lo descalifica, sino que le aporta una contribución concreta.

  1. Cuando el manipulador choca en penca

El problema del manipulador es cuando alguien que participa del mismo grupo, tiene más formación e información, y entonces ya no se interrelaciona, sino que saluda y usa los selfis con el ánimo de ridiculizar su interlocutor, y lo hace porque en realidad se le agotaron los falsos argumentos de una personalidad que para nada contribuye a la formación y cultura del grupo.