La atención de salud durante la pandemia del coronavirus en Monte Quemado significa un gran desafío para nuestro sistema de sanidad, fuerzas de seguridad y de los agentes de tránsito municipal que estarán en la primera línea durante el tiempo que se extienda la emergencia sanitaria por el coronavirus.

Todos los expertos se refieren a la salud física y psíquica de los trabajadores a los que debieran ponerse al centro de la planificación  de la respuesta frente a la epidemia, en un momento en que su aporte es decisivo para frenar los contagios y de ellos depende que el virus no ingrese y  la vida de muchas personas de Monte Quemado, y el departamento Copo, depende de su trabajo.

Lo que pasó en otros países, nos pone en alerta respecto de los riesgos de desgaste físico y mental en los equipos que se encuentran en la primera línea de la lucha. Están expuestos a contagiarse y de contagiar.

 Es necesario favorecer una organización del trabajo que permita un descanso mínimo, una alimentación adecuada, la posibilidad de conectarse con sus familias y contención emocional.

El desafío de diseñar y mantener un contexto laboral que prevenga el burnout de los trabajadores es primordial. El comité de emergencia debiera abordar esto último con la misma seriedad con la que lo hace en la prevención las medidas tendientes a evitar los contagios de COVID-19.

Más allá de las diferencias políticas y económicas que pudieran estar a la base de estas discrepancias para controlar el contagio de la enfermedad, resulta complejo que estas diferencias se vayan profundizando en un momento en que lo que se requiere es la colaboración y el trabajo conjunto.

Es necesario generar y mejorar los protocolos de atención y los flujos a través de la red asistencial pública y privada, que vemos que no funciona mediante el comité de emergencia, y todo se centraliza en la secretaría de gobierno del municipalidad, con esporádicas apariciones del intendente. El pueblo no conoce a otro integrante del comité de emergencia.

Estimamos que la incorporación de actores claves, como representantes de colegios y profesionales, en la planificación de las medidas a implementar tanto a nivel local como departamental va contribuir a la estructura municipal que se muestra desorientada.  

No podemos dejar de desconocer que sí hubo medidas acertadas, como la prevención y refuerzos en camas e insumos, son recursos muy necesarios para afrontar esta crisis. Sin embargo, el principal recurso con que contamos está relegado, y son las mujeres y hombres de la primera línea quienes cuidan de nuestra salud. Si queremos tener una cuarentena “exitosa” debemos cuidarlos.