Por Tony Villavicencio | Desde mi experiencia, las luchas me enseñaron que para el periodismo la clave es no cruzar la línea roja.
Podemos darle a la noticia un tratamiento objetivo o subjetivo, empero no se puede llegar al extremo de “esforzarse tanto, para hacer creíble las mentiras y volver a poner la cara en la televisión o en los micrófonos de las radios después de haberse comprobado que se niega la verdad o se informan con falsedad”.
Hoy, el caso del periodista Jorge Lanata es el más claro ejemplo de ejercer el periodismo con fines inconfesables, hoy viejo solo y abandonado por su patrón. Antes se cansó de denunciar a la ex vicepresidenta Cristina Kirchner, y después de tanto, ruido la justicia declaró la inocencia en cuatro de las siete causas fabricadas por el grupo Clarín, y denunciadas por el antes periodista estrella.
En efecto, después de haberse comprobado las falsas denuncias con sentencias firmes de inocencia, quien no puede dudar que las causas que restan dictarse veredicto contra la ex presidenta sean fabricadas por el oidor serial de un periodista que vendió su futuro y su honor a una mafia judicial integrada por un ex presidente, y un empresario gráfico.
Adefesio como lo llama todo el pueblo argentino a Lanata fue el vocero de la mafia judicial que opero al servicio de una oligarquía, que en años pasados golpearon los cuarteles de los militares y actualmente se encolumnaron detrás del presidente libertario Javier Milei, empero no vamos a referirnos a los miembros de la Suprema Corte de la Justicia Argentina, estamos lejos de ese escenario, para opinar con seriedad .si con legítimo derecho, porque fuimos obreros de los medios y tenemos la misma profesión nos vamos a referir, al grupo Clarín y al periodista Jorge "Adefesio" Lanata, vocero al servicio del terceto mafioso que no solo atentaron contra una ex presidente sino contra la democracia de los argentinos.
Jorge "adefesio" Lanata mintió tanto y se esforzó al máximo para que no se note, dejó de ser un periodista que informa, sino se convirtió en un actor que represento a un empresario gráfico. Oscuro personaje que se esforzó en estafar la fe pública y hoy sus medios dejaron de ser creíbles.
Hace apenas unos días la justicia comprobó que el dinero de Juan José López pertenecía al grupo Macri enlazando con esta última idea, una de las necesidades básicas de todo individuo es la necesidad de un reconocimiento económico pero también informar mentiras a veces es una búsqueda de aprobación social.
“Si mentir" sobre lo que sabemos, lo que tenemos o cómo vivimos, nos trae más comentarios o más seguidores, la televisión es perfecta para aquellos que necesitan que les digan que son maravillosos, aunque lo único maravilloso esté realmente dentro de la pantalla y no en su vida real porque a Lanata lo hizo trascender la mentira” y cuando lo descubrieron se ganó el apodo de adefesio y el odio del pueblo.
Quiero tomarme unos segundo para contarles algunas cosas que tienen que ver con el canal de Mauricio Macri La Nación + donde Luis Majul, Eduardo Feinman y Luis Novarecio dejaron de ejercer periodismo, sino que cumplen el triste papel de esbirros al servicio de gobierno de Javier Milei.
Sin dudas una desleal línea editorial efecto de solidos intereses económicos, que los obliga a ejercer sin escrúpulos un vergonzante periodismo a favor de su patrón el dueño del canal para el que trabajan.
A ellos les recuerdo decía Roberto Carlos en una de sus más místicas canciones aquello de “yo quiero tener un millón de amigos”, y nunca pensó que realmente hay periodistas que se ganan millones de enemigos cuando por la radio o la televisión de modo descarado mienten negando el sufrimiento del pueblo argentino.