Por Tony Villavicencio | Quisiera desearles a los lectores de El Municipal Web un Feliz Año Nuevo, y agradecerles por su saludo y el acompañamiento durante este año.
La dura situación económica de 40 millones de argentinos, que en medio de los festejo nos obliga repensar que se nos viene a los argentinos en el 2024, sumidos en una crisis económica con graves consecuencias sociales en el marco de una democracia avasallada por la tendencia ideológica de un gobierno Anarco-capitalista, que en su primera intervención mostró que no va a respetar la división de poderes.
Creemos que el poder judicial encabezado por la Suprema Corte de Justicia debiera actuar sin pérdida de tiempo y corregir y poner en su lugar al poder Ejecutivo Nacional del flamante presidente, desde donde sin medir consecuencia avanza sobre derechos constitucionales.
Desde nuestro conocimiento del derecho ilustrado en mi formación académica, admito que es preocupante que la Suprema Corte de Justicia no muestre apuro en expedirse y frene un Decreto de Necesidad y Urgencia del Poder Ejecutivo Nacional, que en forma deliberada atenta contra la división de poderes consagrada por la Constitución Nacional.
Hay que reconocer que un gobierno Narco-Capitalista de ultra derecha con inteligencia y habilidad, promovió una profunda crisis económica respondiendo a un plan sistemático solventado por el capital salvaje de la Geo-economía, diseñado la descalificación con denuncias de corrupción al vacío contra la clase política, a la que en el marketing de la campaña bautizaron de “casta”, debilitando de ese modo la democracia y despertando el odio en el electorado.
Hoy, el presidente Javier Milei a menos de 20 días de gobierno después de haber obtenido el 57 % de los sufragios, tiene el 64% de imagen negativa. Todo comenzó cuando aumento el precio del dólar y se dispararon los precios profundizando la inflación.
El electorado estafado en su fe, esperaba del nuevo gobierno un alivio y no la condena de la clase media a la pobreza. Trabajadores, obreros y empleados públicos y varios millones de los que lo votaron no salían del asombro.
La pulverización de los salarios les advertía la hipócrita mentira de campaña de un hábil embaucador. La casta no eran los políticos, sino los trabajadores, los jubilados. Los 7.000 empleados públicos del estado nacional, soportando un ajuste inhumano que nos condena al hambre y la miseria a 40 millones de argentinos.
El Presidente de la Nación, a menos de 20 días de su gestión respondiendo a los intereses del poder económico y financiero, mostró las uñas y con absoluta claridad de su ideología “anarco liberal e individualista”, dio a conocer el Decreto de Necesidad y Urgencia –DNU- con trescientas cincuenta (350) derogaciones y modificaciones de leyes y normas existentes de carácter socioeconómico. En claro beneficio de empresas multinacionales y otras de la casta empresarial argentina.
Tal política no se aplica en ningún país moderno y el retroceso puede llevarnos no a la potencia de 100 años atrás, sino a la situación anárquica de 200 años (1820 cuando no existía un Estado unificado y organizado).Todas las medidas tienden a destruir la organización del Estado
El objetivo es evidente, la República Argentina ha sido colocada en condiciones de remate y a merced del poder comercial y financiero internacional. Suspende derechos laborales adquiridos en estos 40 años de democracia en Argentina.
Esta medida de quitar los derechos laborales al obrero para poder tener conciencia lo que propone el Gobierno de Milei, es devolverlo al trabajador al obrero argentino, al equivalente de la explotación que sufrían en décadas pasadas los hacheros en los obrajes.
Los 200 años de lucha de nuestra Patria por la organización política (Constitución, Democracia, República; División de Poderes, Federalismo) avance social (bajo los principios de la solidaridad, igualdad, fraternidad) y defensa de la soberanía nacional, (económica y política) están siendo vulnerados y sacrificados en aras de los “nuevos ídolos” (el individuo y el poder del dinero). El Estado argentino ha sido reducido a su mínima expresión y la sociedad a la ley del más fuerte.
Los santiagueños, el pueblo argentino en general tenemos que rechazar y repudiar enérgicamente el DNU, por representar lisa y llanamente un golpe a la democracia, a los derechos del conjunto de la sociedad argentina, de los trabajadores; a la igualdad a la justicia social, los que está instrumentando Milei es un pisoteo a la Constitución Nacional.
No solo en el conocimiento práctico el periodismo advierte el verdadero mamarracho jurídico, inconstitucional, entreguista y destructor de nuestro país.
Son los mejores abogados constitucionalistas del país, los que advierten, que la Patria está en peligro y piden a la Suprema Corte de Justicia, a nuestros representantes en el Congreso, a nuestros gremialistas y a los ciudadanos a defender los derechos del pueblo argentino y de la república. ¡La patria está en peligro!.