Por Tony Villavicencio | Los  argentinos, y más  los del interior del país, consumimos un  mensaje, proveniente de la política, que se convierte en un verdadero y patético circo romano donde la manipulación de la información siembra odio.

Para los dirigentes políticos de Cambiemos nunca les interesó lo que demandan y necesitan las personas del interior del país, cualquier fuera su edad. Jóvenes y adultos comprometidos con sus valores, con sus orígenes, con su sana educación de bien; de provincias humilladas, alejadas no solo por miles de kilómetros sino que también de ese mundo satirizado tristemente alejado de esa  realidad que nos divide a porteños y provincianos, desde la misma  historia de Unitarios y Federales.

La  elección, desde  la historia, resucita  el trasfondo  de un enfrentamiento  que se traslada del pasado a lo que será la lucha electoral de las presidenciables. Los Unitarios  de Cambiemos aspiran llegar al poder para devolverle al ombligo del mundo (CABA) los privilegios de brillar y reinar y continuar profundizando la zanja de una  argentina desigual.

Las acciones  de los  Gobiernos  Nacionales  siempre fueron  muy complicadas de analizar y explicar, con políticas centralistas, decisiones y situaciones totalmente opuestas al Federalismo, descabelladas y desopilantes que marcaron las profundas desigualdades de unas pocas  provincias ricas y  otras sepultadas por la pobreza, como es el caso del Norte Grande.

Los dirigentes porteños de Cambiemos  luchan por mantener ese juego  perverso de los privilegios, alimentado por  la oligarquía argentina sector pudiente encadenados detrás de la dirigencia de Juntos para el Cambio que se niega a vivir en un país Republicano y Federal como manda la Constitución Nacional, donde los Argentinos desde la  Quiaca  a la Patagonia, reciban el mismo trato  con las mismas obligaciones y derechos de los que viven en Capital Federal

La oposición, ahora sale a denunciar fuerte y apuntar todos los éxitos del oficialismo gobernante. Ahora saltan, ahora hablan, demostrando durante todo este período que sus intereses y ambiciones personales e individuales siempre estuvieron por encima de la grandeza de la Patria, y lo arrimaron al represor Gerardo Morales, no por la política, no por ser provinciano, sino por su forma de reprimir y por el negocio del litio. 

A Bullrich y Larreta  se los escucha, desde la más  triste nebulosa de la política, acusando y opinando envalentonados como los más pulcros y honestos de la tierra.  Se olvidan que la primera, desde las Montoneras,  tiraba bombas en nombre de los pobres; y el otro, en su trayectoria política incursionó en la actividad pública  con el fracasado De La Rúa, y luego con Cambiemos, encabezado por Mauricio Macri.

Si fueron ellos, los de la oligarquía de Cambiemos, hoy ambicionan llegar a la presidencia por el voto popular, los mismos que endeudaron a las tres futuras  generaciones de argentinos con el FMI en  50.000 millones de dólares, fondos  que no se destinó a mejorar la calidad de vida del pueblo argentino. Porque durante el gobierno de Macri, en el Norte Grande Argentino, los niños y los ancianos se nos morían bajo las sobras de los quebrachos.

La deuda

Porque el F.M.I nos viene a cobrar, los argentinos supimos que ese dinero ingresó a las arcas del Estado, pero desconocemos dónde fueron a parar. Entonces, quién puede dudar de que fue precisamente el Macrismo el que pagó el silencio sepulcral que guarda la suprema Corte de Justicia sobre el destino específico de esos fondos.  

La falta de interés de la Justicia, en investigar el destino de  los  fondos del  préstamo muestra a las claras que el gobierno de Mauricio Macri  no solo tuvo el acuerdo político con la justicia de fabricar causas, imputar y sentenciar a los dirigentes de la oposición, sino que también el acuerdo habría sido económico para  garantizar impunidad en la asombrosa estafa del endeudamiento que  inmoviliza a la economía de los argentinos.

Entonces, la muda respuesta a la pregunta de todos ¿Porque Mauricio Macri y sus funcionarios de gobierno, entre ellos Bullrich y Larreta no son llamados por la justicia para que indiquen el destino que le dieron  al dinero  que reclama el Fondo Monetario Internacional?.

Tantos casos se escuchan, tantos visto por televisión, tantos cruces  creíbles de uno y otro lado, periodistas bancados por la oligarquía, sembrando odio en los mensaje con información  falsa, que los convierte en   geniales actores de Hollywood, periodistas pilla fortunas contratados por los canales  para convertir a la política, desde el mensaje, en un Coliseo Romano al que días prelectorales llegó al punto más crítico del espectáculo.

Que pocos valores, se siembran desde los medios y el periodismo en la política, y cuánta sospecha, cuánta corrupción, y cuanto descreimiento han logrado incorporar los medios de comunicación del  grupo Clarín. No solo contra la dirigencia de la oposición, sino para con la democracia argentina.  

Los medios del grupo Clarín ejercen  periodismo militante, golpean al que piensa distinto y cuidan al que paga bien, y  en vez de  destacar  al candidato que acompañan  por su honestidad por  su capacidad, inteligencia y sacrificio  informan con subjetividad y desde el mensaje promueven el odio.

Por ejemplo, la corrupta relación  de la política, los medios del grupo Clarín y la Suprema Corte de Justicia, y  un asqueroso entramado  que no solo coloca en situación de peligro a la fe pública, sino también a la seguridad jurídica de las instituciones del Estado. Sino en lo que fue una  deliberada Asociación ilícita que atenta contra la independencia de los  poderes del Estado, colocando en  peligro a la Democracia Argentina.  

Claro, de esto que ocurrió y está pasando siempre en todo orden de la vida, en cualquier ámbito, estarán los justos, los valientes, los “sanos”, los justicieros de la verdad. Triste es la realidad de saber que son los menos los que estamos dispuestos a defender a los poderes que son pilares y sostén de la democracia sin caen en la trampa del insulto y las provocaciones.

Desde lo personal, observo y escucho que los medios de comunicación  nos están  llevando al sentimiento de la bronca, al resentimiento, a la indignación, al desgaste moral; en vez de conducirnos a la paz, armonía, tranquilidad, previsibilidad, reglas de juego, defender la institucionalidad, a volver a creer, a crecer felices, seguros. Muy lejos ha quedado todo eso.

El sentido de la historia indica que para salvar a la democracia argentina los medios de comunicación deberán informar desde lo objetivo. Los   políticos gobernantes han de dar cuenta de la realidad de sus acciones y la señora justicia debería investigar a corruptos  sentenciando a culpables y protegiendo a inocentes de lo contrario  la  democracia Argentina se convertirá en el escenario principal del  histórico Circo Romano donde la luchas por entretener al pueblo fueron hasta la misma muerte de los gladiadores.