Ayer, en el Concejo Deliberante de la ciudad de Monte Quemado, con la totalidad de sus miembros,  el cuerpo sancionó dos  importantes  ordenanzas presentadas por el bloque justicialista.

La presencia de los alumnos del Colegio San Juan Newman, acompañados por profesores, no alteró el orden del día de la reunión donde  se aprobó por unanimidad el proyecto  presentado por el bloque justicialista, relacionado a la construcción de las rampas en los establecimientos educativos de la ciudad. La iniciativa tuvo algunas modificaciones propuestas por el concejal Luna.

El bloque justicialista, integrado por los concejales Rafael Torrez y la Dra. (Abogada) Julieta Torrez, presentó en el transcurso de la concurrida sesión un nuevo proyecto solicitando  el tratamiento sobre tablas. El mismo está relacionado al acercamiento de las  escuelas al Honorable Concejo Deliberante.

La propuesta busca impulsar una ciudadanía más informada, más crítica y participativa, reconociendo a la educación como herramienta fundamental para la formación de los chicos. Proyecto que se aprobó  por unanimidad.

Niños preguntan, concejales responden

Los alumnos del Colegio San Juan Newman, participaron de la sección con preguntas al cuerpo, relacionadas a la historia de la democracia y a los nombres de gobernantes elegidos por el voto popular. Otros,  preguntaron las funciones del Concejo Deliberante, desde lo ideológico, cuáles son los partidos de derecha, de izquierda, qué es el comunismo.  

Las repuestas a medias, en algunos casos, para nada disiparon las dudas del alumnado que  se animó a preguntar,  entre otras consultas la que  sonó fuerte ¿Qué es la honorabilidad del Concejo Deliberante?

La pregunta del niño, sin disimulo, inclinó las miradas de todos los presentes  en la  banca del concejal Alfonzo “Chicho Castaño”, a quien, como es de público conocimiento, se lo implica en un caso delictivo que investiga la Justicia. La pregunta del niño también impactó en los  concejales del bloque del oficialismo.  Hubo una fracción de segundos, parecía que se culpaban para responder. Hubo ediles que agachaban la cabeza, clavando sus miradas en las baldosas descoloridas de la sala, por lo que el presidente  “Tito” Verón se vio obligado a responder tratando de encontrar  repuesta en la Ley de Municipalidades 5590. Pero para nada se refirió al honor y la honestidad que demanda ser parte  del cuerpo, que se ve severamente cuestionado por la continuidad en su banca de un edil denunciado.