Carlos Ernesto Yolán vecino de la ciudad de Campo Gallo aún sigue en la espera de la construcción de su vivienda social.

Una vez más la municipalidad, a través de sus funcionarios, demuestra falta de gestión, de respuestas, de capacidad, de coordinación y por sobre todo de sensibilidad.

Hace más de un año que el zurdo Yolán, a solicitud del sr. Marcelo Devoto, director de Acción Social y Gastón Soler, director de Obras Públicas, desarmó su rancho, su hogar —hasta ese momento su lugar en el mundo— en el N° 1de Abril. Lo hizo con la promesa de la construcción de una vivienda social; programa habitacional llevado adelante por el Gobierno de la Provincia de Santiago del Estero en beneficio de miles de santiagueños, y lo ubicaron en una casilla aparentemente perteneciente a la ex Agencia de Desarrollo de la provincia en la cual habita actualmente don Yolán.

Una vez desarmado el rancho comenzaron a descargar en su propiedad ladrillos para la construcción de su vivienda. La felicidad del hombre era inmensa ya que se le cumpliría el anhelo de la casita propia. Pero fueron pasando los días, los meses y él en esa casilla, sin pileta, sin agua, sin luz, sin baño y observando como esos ladrillos, que serían para la construcción de su casa, eran llevados por un tal Kempes con destino, seguramente, a saldar alguna otra promesa y esfumándose con el pasar de los días esa felicidad.

Con lágrimas en los ojos, don Carlos Ernesto Yolán solicita que le construyan su vivienda digna para no seguir a la intemperie como lo dejaron los funcionarios municipales. No sería el único caso de la inacción municipal, los reclamos son muchos y las soluciones pocas. Don Yolán, para hacer aún más crítica su situación, no cuenta con ningún ingreso ni con beneficio de pensión o jubilación.