Vecinos del departamento Copo comienzan a sufrir las consecuencias de la sequía.  En lo que hace a la zona rural, hay familias no cuentan con agua ni para el consumo humano, mientras que en la ciudad de Monte Quemado, reclaman el riego de las calles.

Campesinos

“Llegamos como podemos a la municipalidad, por caminos prácticamente intransitables, vamos a pedir agua en la municipalidad, y hasta ofrecemos pagar el combustible, pero el camión nunca llega, nos engañan”, expresaron Manuel, Ciriaco y José, vecinos de distintos parajes del interior de Copo, los que indignados se presentaron en la redacción de El Municipal Web.  

Explicaron que al igual que ellos, que la falta de lluvia los está afectados y mucho, la mayoría de los reservorios se están quedando secos y las napas subterráneas de agua dulce están con poco caudal.

Estos, además recordaron que muchos productores acarrean agua en distintos medios para evitar que sus animales mueran de sed, mientras que otros dependen del abastecimiento del municipio.

“Los campesinos pedimos que la municipalidad de Monte Quemado y también las comisiones municipales de San José del Boquerón, Villa Matoque y Ahí Veremos coordinen para que los productores reciban urgente la asistencia de agua porque a esto se le suma el agravante de la escasez de pasturas, lo que genera un escenario muy complicado para el sector productivo ganadero de esta región tan postergada”, expresaron.

Monte Quemado

Por su parte, vecinos de los barrios El Porvenir, Sor Angela, Municipal, 12 De octubre y Canal de Monte Quemado, no ocultaron sus quejas contra la municipalidad por la falta de riego de calles. Responsabilizan que el polvo que se levanta es el que enferma las vías respiratorias de niños y ancianos. Josefina, Juan Carlos, Mariela y Alicia coincidieron  en que “desde que ingresó este gobierno siempre se racionó el servicio, se pasaba en la semana una o dos veces, pero desde que ingresamos a la cuarentena, hace cuatro meses, la municipalidad no gasta ni un solo litro de gasoil en riego y en toda la ciudad ya no se puede respirar con la tierra que hay en las calles”.

 El silencio de los jefes

En las autoridades reina el silencio, nadie tiene autorización para responder, empero desde de los niveles más bajos de la administración municipal dejaron trascender que no se puede cumplir con este servicio porque desde los seis camiones recibidos  por la actual gestión del intendente Manuel Osvaldo Castillo, hay  cuatro que por falta de mantenimiento se encuentran calzados sobre tacos, convertidos en chatarras, fuera de servicio y que solo hay  dos cisternas funcionando lo que resultan insuficiente para atender la demanda del riego de las calles de la ciudad y de los pedidos del interior.

Empleado con vergüenza

Un empleado del área, que pidió no dar su nombre, fue más claro y explicó que el servicio se ve desbordado, reconoció que no pueden cumplir con el servicio, y que reciben orden de que el agua se envíe al interior solo cuando hay algún compromiso político. Agregó que a todo esto hay que sumarle las largas distancias y  las malas condiciones de los caminos.

“Explicamos a las autoridades que es necesario invertir en el mantenimiento de los vehículos, cambiarle gomas, comprar repuestos, cambiar el filtro, aceite, pero lamentablemente los vehículos y las maquinas no funcionan y no tenemos respuesta por parte de las autoridades”, acotó

“Se lo digo porque me da vergüenza que la gente señale que los empleados somos los vagos y los responsables de esto”, señaló e insistió; “por favor no publiquen mi nombre porque tengo familia y voy a quedar sin trabajo”.

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