Una triste postal tuvo lugar en Salta, donde una familia se vio obligada a despedir los restos de un familiar envueltos en plástico, debido a que no tenían los recursos suficientes para pagar un servicio funerario.

El cadáver llevaba 36 horas sin recibir sepultura con 40ºC de calor, debido a la ausencia de un ataúd, por lo que finalmente las personas decidieron optar por un procedimiento desesperado.

Según informó El Tribuno, el intendente Rogelio Nerón intervino e instruyó al comisionado municipal de Alto de la Sierra, David Maza, para que se hiciera cargo del funeral. Pero cuando los deudos del fallecido, integrantes de una comunidad indígena de Santa Victoria Este, los fueron a ver, Maza no tenía respuesta aún, es decir que no había podido conseguir un cajón para el entierro.

"Estos errores sirven para mejorar las cosas. El intendente debe contar con funcionarios ágiles y efectivos, que lo defiendan y pueda realizar una buena gestión", reclamaron vecinos.

Las terribles imágenes no solo muestran el lamentable hecho, sino que delinean un cuadro un poco más global, donde se puede ver el piso de tierra en que se encuentra el cuerpo, dentro de una choza hecha de palos y hombres con las manos envueltas en bolsas para protegerse al tacto del cadáver en putrefacción.