Un vecino de la ciudad de Quimilí, Moreno, fue apresado ayer al mediodía por la policía, tras interceptar a su ex pareja, ingresarla a trompadas a su casa, destrozarle mesa, sillas y vajillas, insultándola con acusaciones sobre indifelidades.

El escándalo tuvo de protagonistas a una pareja disuelta ya hace un año atrás, después de 15 años de relación.

Ella de 41, tiene dos hijas de 12 y 13 años, fruto del vínculo con el individuo, de 43 años. Según la denuncia de la víctima, cerca de las 15 se detuvo en la calle, frente a su casa, para dialogar con una vecina a quien le realiza trámites personales.

Frente suyo, su ex concubino detuvo su camioneta, descendió y fue directo a ella con toda clase de insultos. Al instante, de un golpe la lanzó contra un paredón y la víctima sufrió entonces un golpe en la cabeza.

También la despojó de su celular y lo arrojó contra el piso provocando su destrucción.

Aterrada, la víctima corrió e ingresó a su vivienda, con la esperanza de que el agresor huyera por temor a ser visto por sus hijas. Nada fue así. El sujeto fue por detrás, la derribó a trompadas sin importarle que su hija, de 13, lloraba interponiéndose para que no golpeara más a su madre. Ante ese cuadro, comenzó a dest rozar los muebles.

Rompió una mesa y sillas de algarrobo. No dejó un plato intacto y lanzó por los aires los vasos y cubiertos. Con las dos mujeres gritando e implorándole que se fuera, el atacante fue neutralizado por varios policías que coparon y entraron, tras ser alertados por una vecina.

La fiscal Lucía González Farías lo envió a un prudente encierro y se le viene la noche. La víctima tiene 21 días para su curación.