Dos primas, un pastor y su yerno habrían protagonizado un escándalo en Campo Gallo con insultos, pedradas y golpes que terminó con una denuncia, como continuidad de un dilatado enfrentamiento por un nieto en común.

Según testigos presenciales, el epicentro fue una vivienda en el Bº Fonavi. Allí reside un pastor, cuya hija tuvo un niño con un joven de quien ya se encontraría separada.

Aquella decisión habría generado una ruptura total entre los consuegros, mucho más que la propia pareja, lo cual se habría traducido en un impedimento para que el padre y a su madre tengan contacto con el niño.

El encuentro

Con esa realidad en ebullición, el miércoles pasado (a las 13.40) la abuela paterna se habría trasladado al Bº Fonavi para dejar a su hija en la escuela y a su prima en su casa. Enfrente, residiría el pastor con su familia.

La abuela habría visto a su nieto, de 4 años, pero los adultos lo habrían llevado al instante al interior del inmueble, acción que ofuscó a su abuela.

Estalló un entredicho entre las dos abuelas, al cual se plegó después el pastor, al extremo de devenir en una discusión en que los dueños de casa habría echado a la abuela paterna, gritándole: "Vete de aquí; vos ni tu hijo tienen derecho alguno…"

Los testigos subrayaron que la abuela paterna habría arrojado una piedra a la ventana de la casa y ello puso como loco al pastor. Al instante, el hombre habría derribado a la mujer de una certera trompada en la vereda.

Terció la prima de la víctima y también fue derribada de una trompada. Fue tal la violencia que habría sufrido la fractura de uno de sus brazos, trascendió.

Incidente sin fin

Lejos de calmarse, tácitamente la cordura voló por los aires. El pastor habría sido respaldado por su yerno, quien habría inmovilizado a la mujer fracturada para que su suegro la agrediera de nuevo, añadieron los testigos presenciales.

Entonces, habría primado la sensatez. Las primas ascendieron a su camioneta y se retiraron rumbo al hospital y a la comisaría.

De las dos protagonistas, la que se habría llevado la peor parte fue la prima de la abuela del niño. La primera habría resultado fracturada y ahora debería ser sometida a una intervención quirúrgica en la ciudad Capital.

Ante un cuadro de imprevisibles consecuencias, la policía y la Fiscalía bregan resueltas en restablecer la calma, pacificar a ambas partes y, a la vez, se daría intervención a un Juzgado de Menores, quien velaría para que los derechos del niño no sean vulnerados por ninguna de las partes.