La Cámara de Apelaciones ratificó la orden de detención para siete vecinos de la ciudad de Monte Quemado sindicados de actuar encapuchados, privar de la libertad a tres conocidos del Bº Canal, atarlos con sogas y torturarlos, exigiéndoles que les devolvieran dos mochilas con drogas.

En audiencia vía online, los vocales Olga Gay de Castellanos (presidenta), Luis Lugones y Raúl Romero confirmaron la imputación de “privación ilegítima de la libertad, amenazas calificadas por el uso de armas y tenencia de arma de guerra”, tal cual lo requirieron los fiscales Gabriel Gómez, de Monte Quemado, y Natalia Malachevsky, por la Unidad de Recursos.

Los protagonistas serían los imputados Cristian Francisco Aranda, Gabriel Salvatierra, Héctor Pérez, Walter Mercado, Edgardo Díaz, Noelia Mansilla y Facundo Matías Díaz, cuyas detenciones son resistidas por sus abogados, Sergio Brandán y Ricardo Juárez Rabí.

Presentación

La denuncia de “C.R.S.” indica que la noche del 11 de abril, “Sarco” y “Tala”, apodos de dos de los siete buscados, fueron a los domicilios de tres hombres, dos de ellos hermanos, uno de 12 años.

En una camioneta Toyota Hilux los habrían ascendido, atado, amenazado con armas y trasladados a una zona montuosa: los habrían torturado, bajo pena de “cantar” dónde guardaron dos mochilas con drogas, o los asesinarían.

Los voceros desconocen si las mochilas aparecieron, pero clarificaron que a los siete encapuchados satisfizo las respuestas y después liberaron a las tres víctimas.

Sobrevino la denuncia, la Fiscalía abrió una investigación y, enfrente, los abogados neutralizaron cualquier detención con solicitudes de eximiciones de prisión que la jueza de Monte Quemado, Valeria Díaz, habría rechazado, dada la gravedad de los delitos endilgados.

Los defensores objetaron ayer la decisión de la magistrada y, por el contrario, la Fiscalía la defendió, por juzgar que estaba sujeta a derecho y que urge detener a los siete imputados.

Después de un duro duelo verbal, los camaristas confirmaron lo actuado por la jueza y, por ende, le dijeron no a las pretendidas eximiciones y, por lógica, prosigue el pedido de detención del grupo.

“Tala” y “Sarco”, los cerebros del grupo de “apretadores”

Los investigadores indicaron que los siete sujetos habrían “golpeado” en la noche con sus rostros cubiertos, pero se comunicaban entre sí valiéndose de sus apodos, como “Tala” y “Sarco”.

Por ejemplo, las víctimas manifestaron que al buscar a los hermanos, “Tala” le habría ordenado a “Sarco”: “Enfierralo a éste”.

De los siete buscados, “Tala” sería el más peligroso y considerado “todista” hasta en el negocio de los tabiques.

Su pasado

En forma paralela, la Justicia lo investigaría por aprietes, marcar a ancianos, robo de ganado y manejo irregular de cheques, trascendió.

En octubre del 2015 habría sido apresado por la Justicia Federal, sospechado de “enfriar” 100 kilos de marihuana en su casa del Bº San Martín. En ese período, la Justicia ordinaria también lo buscaba por tres causas de violencia de género en perjuicio de su ex pareja.

Lejos de la policía

Con la resolución de la Cámara, el fiscal Gabriel Gómez volvería a la carga en su firme propósito de apresarlos.

Las últimas horas, los abogados reformulaban su estrategia, al haber “quemado” su última carta y no lograr impermeabilizarlos contra una segura detención.