Las víctimas serían dos hermanos, hoy adolescentes. Declararon en Cámara Gesell, pero la defensa quiere que uno declare en el juicio.

Cuatro años después, un tribunal sellará este mes la suerte final de un albañil de Copo, cuyos dos hijastros le atribuyen reiterados abusos sexuales.

El juicio arrancó en el ocaso del 2019 y ahora la Fiscalía profundizaría los cargos en contra del individuo, a quien acusa de violar a dos menores de 13 y 10 años.

De acuerdo con la denuncia de la ex pareja del sujeto, en el 2016 descubrió que sus hijos eran abusados, en ausencia suya.

La causa arrancó en la fiscal Gabriela Gauna y luego fue enviada a juicio por el fiscal Gabriel Gómez y ahora es ventilada en juicio por Érika Leguizamón.

Las imputaciones

“Abuso sexual con acceso carnal agravado por su condición de guardador”, son los cargos que enfrenta el albañil.

Lo medular se situaría en los informes médicos, que confirmaron desgarros en los dos hermanos.

Sin embargo, la defensa solicitaría que el joven, de 17 años, declare en el debate a puertas cerradas.

La pretensión es extrema: el joven puede sentarse y acusar al padrastro, o no.

Cuesta arriba

Todas las pruebas comprometerían al albañil, cuyos hijastros lo responsabilizan desde el 2016.

Los hermanos deslizaron que el padrastro los maltrataba y vejaba cada vez que su madre viajaba.

Si los jueces fallan en esa línea, el albañil corre el riesgo de recibir una condena no menor a los diez años de prisión.

La decisión final será precedida por nuevos testimonios y alegatos.

Excesos en la represa

Los investigadores no dan nada por hecho, ya que el informe médico (adverso) no sería sinónimo de culpa, categórico, para el albañil.

Para la defensa, los menores acostumbraban bañarse en una represa y no descarta que los excesos incluyeran ultrajes.