“Fueron 20 minutos eternos”. Así describieron Noelia Giudice (40) y Facundo Luis Vázquez (23), agentes de la Patrulla Motorizada de Las Talitas, en Tucumán, la dramática situación que vivieron el domingo pasado y que casi termina en tragedia: mientras patrullaban las inmediaciones de la Ruta Nacional N° 9, en la localidad de El Colmenar, les avisaron por radio que una mujer estaba a punto de arrojar a su hija de tres años de un puente vehicular. Sin perder tiempo, los uniformados pidieron autorización para movilizarse hasta el lugar y, luego de una tensa negociación con la mamá, lograron arrebatarle a la nena y salvar su vida.

Rescatarla no fue tarea fácil y requirió de un trabajo en equipo, ejecutado con una coordinación extrema. Los policías sabían que cualquier palabra mal dicha o cualquier actitud violenta podría haber precipitado el peor de los finales. Debían manejarse con sumo cuidado, ya que no sólo estaba en peligro la vida de la nena sino que temían que la mamá, que estaba completamente alterada, pudiera quitarse la vida. “Escuché vía radial que una mujer se encontraba con una niña en sus brazos a la vera del puente con actitud de arrojarla al vacío. Cuando fuimos con mi compañera vimos una situación bastante crítica y empezamos a hablarle a la mujer. Fue muy estresante. Si bien estamos entrenados para este tipo de eventos, una palabra mal dicha podría haber hecho que la madre tomara la peor decisión", dijo el oficial Vázquez en diálogo con Infobae.

No me van a sacar a mi hija”, fue prácticamente la única frase que gritaba la mujer. Cada tanto culpaba al padre de la nena por haberla dejado, pero según el relato del policía, decía frases sin sentido. “En esos momentos primaba el nerviosismo y el miedo. Traté siempre de hablarle de una manera calmada. Al margen de que tengamos una arma y mala fama, tenemos que mostrar que estamos para cuidar a la gente. Por eso yo trataba hablar con el tono de voz adecuado”, agregó el uniformado.

En el medio, el tránsito sobre el puente se mantenía intenso. Por eso el trabajo de los cabos Isaac Antonio Amado (44) y Diego Orellana (42) fue de gran valor. Ellos se encargaron de que nadie se acercara a la mujer y acelerara los tiempos. Obligaron a que los curiosos no se detuvieran a ver lo que estaba pasando. “Fue un gran trabajo en equipo. De no haber sido así, hubiese sido imposible lograr el objetivo. Son segundos que nos toca pensar como efectivos si lo que hacemos va a estar bien o mal, pero siempre priorizando que es una vida que está en peligro y hay que salvarla”, agregó Vázquez.

La tensión iba en aumento. Por eso el policía decidió acercarse a la madre, quien al ver el uniforme, se tornó más difícil y agresiva. Vázquez, el único interlocutor durante toda la negociación, pudo ganarse su confianza. Le demostró que no le haría daño ni a ella ni a la pequeña, hasta que finalmente todo cambió para siempre. La mamá de la menor se relajó por unos segundos, alejó a la niña un poco de su cuerpo y fue ahí cuando la oficial Guidice, sin mediar palabra, aprovechó para sacársela de los brazos. “Mi compañera la arrebató por un costado, la puso en resguardo y yo la reduje a la mujer. Uno no sabe lo que pudo haber hecho. Podría haber atentado contra su vida, por ejemplo", agregó el efectivo.

“La nena no paraba de llorar"

Infobae también habló con la oficial Guidice. La mujer, emocionada, contó cómo aprovechó el descuido de la mujer para salvar la vida de la nena, quien todo el tiempo lloraba. “Estaban las dos muy asustadas. Fue muy tenso todo, pero por fortuna me entiendo bien con mi compañero”, dijo la mujer para dar cuenta del trabajo en equipo que llevaron adelante.

“Fue algo muy grande para nosotros. Poder ayudar aunque sea con poquito a que esa nena esté bien fue una satisfacción muy grande. No tengo hijos, pero como mujer, me afectó muchísimo. Me dolió ver que una madre sea capaz de hacerle daño a su hija”, expresó la oficial.

La menor y su mamá fueron llevadas hasta la Comisaría de la Mujer de la capital tucumana. Allí, lograron localizar a los abuelos de la pequeña, quienes hoy quedaron a cargo de ella. En cuanto a la situación de la madre de la pequeña, desde la Fiscalía de Turno Especializada en Delitos de Violencia de Género se dispuso que la mujer continúe aprehendida y sea presentada ante la Justicia. “Fue una situación extrema y recibimos el reconocimiento de nuestros superiores, pero ahora hay que seguir trabajando. Hay que volver al lugar y seguir patrullando”, concluyó Guidice en diálogo con este medio.