El asesino de Franco Chávez, hijo del conocido humorista “Pochi” Chávez, en la audiencia de ayer, en la que temía que declarar en su condición de imputado por el crimen del músico, se negó a pronuncia una sola palabra.

Rubén Alberto "Godínez" Domínguez, el joven quimiliense, optó por el silencio en su declaración de imputado, habiendo la fiscalía dado a conocer los cargos en su contra, para luego, nuevamente trasladarlo al calabozo que ocupa en la Comisaría de la ciudad de Suncho Corral, donde lo mantiene alojado por razones de seguridad.

Como es clásico estilar, el imputado "Godínez" fue trasladado al Ministerio Público Fiscal, donde, con la presencia del abogado defensor, se negó a responder las preguntas del fiscal, optando por el silencio en el marco del derecho que le asiste.

Se le hizo saber que se encuentra acusado del delito de: "Homicidio simple" en perjuicio de Franco Chávez, y "Homicidio simple en grado de tentativa" en perjuicio de Esteban Chávez. A la vez que se le dio a conocer las evidencia que lo sindican como autor en lo que fueron las actuaciones prejudiciales, que instruyó la policía de Quimilí en torno al caso.

“Godínez”, de 21 años, según trascendió, en momentos de cumplirse con el trámite regular de la justicia, no mostró en ningún memento gestos de arrepentimiento.