Cinco vehículos secuestrados en Nueva Esperanza, Pellegrini, acaban de desnudar el epicentro de un "flujo" de unidades robadas y vendidas por un porteño (ex socio de un caído en desgracia de la "Banda de los Angelitos"), y dos tucumanos.

Utilizarían de pantalla un carrito de comidas rápidas.

Allí se rige el sorpresivo proceso a cargo de la policía provincial, 24 horas después de haberse secuestrado 5 vehículos robados y comercializados por no más de $ 800.000, y a sabiendas (ambas partes) de su oscuro origen.

Se trata de un Fiat Palio, secuestrado en calle 27 de Abril e Independencia, Bº Centro. Había sido robado en diciembre del 2023. Horas después, en El Tartagal, fue incautado un Citroën C-Elysee gris; luego, un Citroën C-3 negro; también, un Fiat Cronos blanco; de nuevo en El Tartagal, secuestrado un Citroën C-4. Todos, sin que se tenga claro la identidad del o los vendedores.

La ruta del auto trucho

La investigación indicaría que el hombre que ingresa los coches sería un porteño, ex socio de un cerebro de la tumbada "Banda de los Angelitos". "Asociación ilícita, adulteración de instrumento público, encubrimiento agravado con el ánimo de lucro y por receptación y supresión de matrícula individualizadora de objeto registrable e infracción a la Ley 25.761 (la cual regula la venta legal de autopartes) todo en concurso real", son los cargos enrostrados a la banda, desmantelada el 16 de marzo del 2022. El golpe fue consumado en 5 allanamientos, con 9 hombres detenidos y secuestrados casi $ 1.500.000, autopartes y armas de fuego.

El socio que zafó prosiguió el negocio, pero con algunos ajustes: lejos de la gran ciudad, pero afincándose en Nueva Esperanza, aliándose con dos tucumanos padre e hijo, quienes camuflarían las operatorias desde un intrascendente carro de comidas, al menos desde la retina del hombre común.

La mecánica sería la siguiente. Los tucumanos ofrecerían la logística de venta, con un detalle nada secundario. Los compradores tendrán real conocimiento que compraban un auto robado, es decir "flojo de papeles".

Ello se habría deslizado del relato de la mayoría de los hombres a quienes les fueron incautadas las unidades anteanoche, con una salvedad: o devolvían los autos, o terminaban presos.

Sin margen para la mentira, los "clientes" habrían reconocido que se trató de un negocio mutuo y que para evitar caer en los controles policiales, siempre se conducían por las rutas de Pellegrini, temerosos del radar que finalmente los alcanzó y dejó con las manos vacías.

Logística en las rutas y temen que haya más unidades ocultas, fuera de Santiago

Los voceros confiaron que no sorprende la presencia de cinco autos robados, sino más bien intriga el modo, es decir la vía, en que fueron ingresados a Nueva Esperanza, un punto geográfico particular que tiene como vecinas a Salta y Tucumán.

Advierten quizá endeblez en los controles de rutas, o bien que la estructura delictiva va más allá de lo visible y del mero pavimento. Algunos apuestan que al arribar a Nueva Esperanza, los coches son "enfriados" y pasados por caminos vecinales.

Mucho más escépticos, los policías interpretan que la banda triangula unidades y que la logística está conformada por eslabones en Buenos Aires; otros en Santiago y terceros encargados de negociar los autos, es decir de montar el operativo seducción y venta.

Siempre con base en la incipiente investigación, se supo que un civil advirtió a la policía sobre la venta desmedida de autos robados, clarificando que habría más en el mercado de Pellegrini, pero al parecer sus nuevos "propietarios" alcanzaron a conducirlos hacia una provincia vecina, al menos hasta que cese la amenazante presión policial.

Ex "Angelito que mudó el negocio al interior

"Una genuina mecánica de venta y, por mera deducción, casi siempre los mismos nombres". La definición parte de un alto oficial, quien deslizó que los cerebros nunca aparecen, pero del entrecruzamiento de procesos, emergen el sello distintivo del porteño y los dos tucumanos padre e hijo.

Su hipótesis conlleva una alta carga de lógica. "El porteño viaja todos los meses hacia Buenos Aires y regresa a Santiago del Estero" con los autos, explica. El porteño estuvo a un paso de ser descabezado junto a su ex socio, uno de los supuestos jefes de la "asociación ilícita" de los Angelitos, con su base de operaciones en el desarmadero de avenida Madre de Ciudades.

Aclara el funcionario que también conformaría la organización otro ex prófugo de "Los Angelitos", considerado ex transportador, jamás delatado por los jerarcas de la banda, próxima a ser juzgada por un tribunal en el primer trimestre del 2024.

Como sea, tanto el porteño, como los dos tucumanos ya habrían dejado un tendal de compradores insatisfechos, con la complicidad de camioneros, remiseros, talleristas y responsables de concesionarias.

 

Fuente: El Liberal