Por Tony Villavicencio | Sin ninguna duda, los requisitos para ejercer el periodismo donde reinó el autoritarismo, es luchar por la libertad de los pueblos sometidos en la perpetuidad de gobiernos.

La lucha contra el régimen juarista que se inició apenas cumplía  22 años, y sin tener dónde ejercer mi profesión, me incorporé, mejor dicho el destino me llevó a ese lujar, donde con otros valientes encabecé la rebelión policial  pidiendo al gobierno juarista por los derechos del policía.

Sueldos dignos, bonificaciones por traslados, vivienda, sanciones disciplinarias sin privación de libertad  y que no se designaran a dedo en cargos políticos  a  oficiales. Había designaciones políticas de  comisarios que no sabían leer, ni escribir y de eso en Monte Quemado también lo saben.  

Claro, aquella vez pasaron 5 días de la toma de jefatura, el petitorio a causa del acuartelamiento, quedó aceptado por el gobierno e incluido en la ley 4794 de generalidades, pero el poder político, en el intento de usar la justicia  salió detrás del personal  que fuimos gestores de la sublevación policial. A los cinco nos imaginaron  una causa judicial que nunca pudieron probar y que terminó en un burla, cuando  el Juez  Dr. Luis Lugones, para evitar el juicio político, tuvo que renunciar a su magistratura.

La reincorporación  

Todos volvimos a la policía, y al poco tiempo interpuse la renuncia y ex policías que pueden atestiguar que fui yo el que planificó el desplazamiento del personal policial de la área de la Regional N°4.

No sé si hago bien en nombrarlo, Yony  Pereyra, quien se desempeñaba en un lugar estratégico de la seccional 22, y a otro que recuerdo y lamentablemente falleció, inclusive me llevó a almorzar en su casa, fue el cabo de Informaciones, Villagrán, policías que se movieron y lucharon  por la reivindicación y derechos del policía, y hoy gracias a ellos perciben las bonificaciones de servicio.

Volver  al  Periodismo  

Un  año después el año 91. El 15 de diciembre, José María Cantos fundador  del Nuevo Diario de Sango del Estero, yo periodista sin ninguna experiencia, pero con dos años de especialización en periodismo parlamentario me dan  trabajo de corresponsal  itinerante. Todos los días cargaba en la camioneta de la empresa los  paquetes de diarios al interior y a la vez recogía la información de todos los pueblos y se le dio al interior una sección de tres páginas.

Esto comenzó a inquietar al otro diario que nunca se interesó por el interior, al extremo que a ese medio lo leían después de tres días de su edición.

Pasó el tiempo, la corriente devoradora, el robo para la corriente, las notas memorables, seguramente los mayores lo recordaran. Por mi trabajo, recorriendo el interior con el diario y LV11, mediante el programa Actualidad Política, junto al periodista Ariel Sequeira, nos habíamos constituido sin proponernos en  las estrellas del multimedio. Todos los días se informaba la problemática de cada pueblo del interior por la radio.  

Así fue, Nuevo Diario y un equipo de periodistas guiados por sus dueños, José María Cantos Padre, José María Cantos  (h) y José Blas Cantos, el pueblo santiagueño en 10 años recuperó la palabra, se animó ponerle fin al autoritarismo en Ddiciembre del 2001con el Santiageñazo que  desembocó en la primer intervención de la provincia y luego se repitió por el caso de la Dársena y fue el fin de la era juarista.

El crimen de la Dársena, cuando parecía que ganaba el encubrimiento, fue una de las investigaciones periodísticas que la llevamos adelante con Javier Baudino, Secretario General de la CTA, hecho que involucraba a los  hijos del poder. Habían asesinado a  Leila Bashier Nazar, y días después a Patricia Villalba.

Realidad política e institucional

Hoy miro hacia atrás y los riesgos de un periodista son diferentes, con quienes hoy padecen la violencia institucional en sus diferentes formas.

Empero, los periodistas no podemos estar libres de  calumnias, de resentidos corruptos y es el caso del policía que operaba desde el poder político limpiando el territorio, en nombre de la pandemia convirtiendo a la comisaría en un corrillo mediático del abuso y la inseguridad, y este personaje que contaba al revés la historias, que lo dignificaba a él también carga en su legajo causas, penales por abusos y hasta por abigeato.   

En tiempos en que la labor periodística adquiere de modo masivo una figura unidimensional, reductiva y parcial, en El Municipal Web evidencia un trabajo ético y profesional que deseamos destacar, pues rescata las mejores tradiciones del periodismo de investigación, minucioso, inteligente y comprometido con la verdad, más allá de los intereses personales o corporativos que lo rodean y a veces descendiendo en el mensaje para que todos nos entiendan.

Cuestión de veracidad

Cuando se denuncia la corrupción o los abusos del poder político, no pretendo que nuestro mensaje se legitimen por el aplauso o la complacencia de nadie; tampoco tan presuntuosos como para suponer que nuestros actos están por encima de la sociedad en la que desarrollamos nuestra tarea cotidiana. Ser veraces, no es poseer la verdad o apropiarnos de ella. La veracidad supone la rectitud en el juicio y el compromiso con los valores que se han asumido.

Claro que en nuestra dilatada carrera periodística nos enfrentamos con  hombres poderosos y a las historias te las van a contar de acuerdo a los intereses y eso en lo personal poco importa, mi verdad es mi  felicidad porque libera  mi conciencia y  estoy convencido de haber trabajado  una vida a  favor de una democracia libre y justa.  

Claro en esta última etapa con mis mensajes aposte al cambio y pareciera tonto, los que asumieron  el cambio no me dejaron ingresar al salón Cultural donde se realizaba la asunción de los concejales, me exigían una invitación de algunos de los ediles…agaché la cabeza y me fui pateando casquetes pensando….Ignorancia, maldad o discriminación.