Por Tony Villavicencio | La conducción del peronismo en el departamento Copo, en más de tres décadas, no se renovó.

Hoy, el haber perdido  las elecciones en todos los distritos electorales a manos del  radicalismo del Frente Cívico, la estructura partidaria departamental necesariamente tiene que proponer en la junta departamental  un cambio generacional de hombres y nombres.

Monte Quemado, Pampa de los Guanacos, El Caburé, Los Pirpintos,  Ahí Veremos y San José del Boquerón son distritos del departamento Copo gobernados por el Radicalismo del Frente Cívico. Quedando como único reducto del justicialismo, la Comisión Municipal de Villa Matoque. Es decir que el peronismo que siempre fue la primera fuerza política, deberá  hacer una lectura de su fracaso.

La ausencia de conducción desconcierta y paraliza a la militancia. El nuevo tiempo político está demandando cambios generacionales de dirigentes que promuevan el reordenamiento, pero principalmente orden y así, desde lo doctrinario, organizar al peronismo del departamento Copo, que no es fácil cuando desde la conducción provincial se privilegia el amiguismo y las autoridades partidarias provinciales eligen dirigentes y candidatos a dedo.

“Ni con Hazam, ni con Castillo”, en ese momento electoral, esa firme postura del joven empresario y dirigente Justicialista Fernando Boggetti no hizo ruido, pero hoy con un peronismo desplazado de todas las instituciones democráticas del departamento Copo, se advierte que para recuperar el espacio perdido demanda al peronismo de dirigentes con personalidad y convicciones.

“Tenemos que volver a organizar la junta departamental con nombres y hombres nuevos, debería ser el horizonte del partido para devolverle al peronismo el liderazgo electoral que en el departamento, desde el mismo nacimiento del justicialismo y en cualquier nivel de su participación electoral, siempre aportó no menos del 90% de los sufragios”, se escucha decir a los peronista copeños.

Pero para lograrlo también saben que hay que desterrar a los fusulamines, “hay que cortar con los ismos si aspiramos a revitalizar el peronismo que es continente de todos los peronistas y es lo que nos permitió siempre volver al poder. Por qué  tenemos la capacidad de inventar cosas nuevas”, se los escucha esperanzados decir en el banco de la plaza a reconocidos jubilados del justicialismo.

Es que los de la tercera edad la tienen claro, a  lo largo de estas tres décadas el peronismo de Copo no se ha renovado, se han reiterado en un mismo hombre y en un mismo nombre, Carlos Alberto Hazam, al extremo que la junta departamental del partido, solo figuró en una lista de papel, nunca funcionó y el peronismo sin organización, sin orden y sin adoctrinamiento, desde el personalismo se transformó en los “ ismos” Hazamnismo, Castillismo… y así le fue al pueblo en los reiterados gobiernos de estos dos hombres, que si militaron siempre lo hicieron desde el poder y no desde el llano.

No es el motivo de análisis, empero no se puede evitar hacer referencia a “el tratar de dotar de contenido ideológico” a este “monstruo invertebrado y miope” que es el peronismo, no fue fácil. Hasta que apareció un radical intelectual que manifestó:

Ustedes tienen mucha gente, muchos votos, pero carecen de un corpus ordenado de pensamiento, y aquí estamos nosotros los radicales de Irigoyen y Alfonsín para llenar ese vacío...y la familia Neder usando la billetera pública se quedó con la  estructura partidaria. Tío, sobrino y hermana es el segundo fenómeno vinculado al anterior, y desde esa estructura “fami-partidaria” lo que se extendió al peronismo de Santiago del Estero fue un certificado de defunción, con hoy  25 de los 26 municipios administrado por hombres de pensamiento radical. 

Empero volviendo a Copo, el partido de Juan Domingo Perón y Evita Duarte de Perón, como fuerza política se tiene que renovar, hay dirigentes del peronismo Copeño, que por fuera del aparato del Estado le pueden dar al debilitado justicialismo el vigor y el sustento desde la acción de la militancia, comprometida en el mapa territorial. Hay que terminar con los dirigentes pusilánimes, del acomodo personal y beneficiarios de familiares y amigos. En Monte Quemado hay hombres y nombres de dirigentes peronistas,  a los que hay que dar un espacio  para conducir y dirigir la junta departamental del peronismo.

Desde el análisis, la pulverización del peronismo en Copo ocurrió porque Carlos Alberto Hazam, Manuel Osvaldo Castillo y Viviana Campos no se movieron jamás para darle vida al partido, que es un reaseguro para la siembra de los ideales. El peronismo no vive sin militancia, y la militancia no vive en el Estado, sino en el territorio. Pero fuera de estos, hay una enorme masa de militantes peronistas sueltos que no tienen donde participar, donde expresarse, donde discutir sus ideas, más allá de algún grupo de WhatsApp.

Hay que abrir en Monte Quemado y todo el departamento Copo, canales de participación política. Hay que dar lugar a la nueva dirigencia  para recuperar el espacio perdido, se necesita el concurso organizado del partido Justicialista y su estructura. Hay que revitalizar la junta departamental del partido con nombres y hombres nuevos, por eso Perón siempre hablo de la necesaria, renovación de la dirigencia, de unidad, solidaridad y organización.

Lo cierto y concreto es que se vienen cuatro nuevo años de gobierno radical. En Monte Quemado, Pampa de los Guanacos y en otras cuatro comisiones Municipales del departamento Copo todos esperan le vaya bien, y como decía Ricardo Balbín, “El que gana una elección gobierna y el que pierde colabora”.