Por Tony Villavicencio | En regímenes constitucionales, hay un documento que las asigna explícitamente.

Se dice que, en aquellos lugares donde impera el estado de derecho, que el gobierno es un ente de derecho público, entendiendo por esto que sus acciones son exclusivamente las indicadas por la Ley. Es decir, el gobierno tiene prohibido todo. Salvo lo explícitamente permitido.

Lamentablemente en muchos lugares existe también el llamado control político. En los lugares donde esto existe, hay por sobre la Ley una capa adicional, difusa y variable, a la que llamamos abusos de poder  y es cuando ciertos políticos llegan a los gobiernos y se olvidan de sus obligaciones  entregan las instituciones de la Democracia al servicio de familiares y amigos.

No tenemos que irnos en el tiempo para poner ejemplos. Anoche el barrio Sor Ángela de la Cruz  los altoparlantes de una fiesta en el  la pileta de natación se estrellaba en los oídos de los vecinos que no pudimos concentrar el sueño.   El autoritarismo sigue vigente hace  apenas unos días, la Fiscalía de Monte Quemado, tuvo que poner freno a la autorización Municipal fuera del marco de la Ley, de un boliche bailable. Nadie duda las desprolijidades, del espacio físico. Sin sanitarios, sin seguridad, sin luz propia y sin control. Cuando se autorizó la reunión se privilegió el jugoso negocio de los organizadores de la bailanta y no la seguridad de los cientos de jóvenes, que por suerte la Fiscalía del Dr. Gabriel Gómez, clausuro devolviendo  el orden  la seguridad y liberando de los  peligros  que los asechaban a jóvenes y adolescentes.                           

Pero también es fundamental considerar, que la cultura y el tejido social en el que se despliegan estos hechos  ejercen un papel clave para controlar a los gobiernos y sus obligaciones  de servir a la comunidad que  percibe los altos niveles de una mescla de ascetismo  y miedo que algunos sectores de la sociedad guarda sobre la clase política  (y de lo que de ella se desprende), nos cabe preguntarnos ¿Qué tan mal se puede representar la confianza de un pueblo para que esto ocurra?

Lo que nos surgiría como respuesta inmediata es que en el proceso, el gobierno municipal se olvidó de los objetivos principales, como la gestión o administración de los intereses de todos. No se asiste los intereses del pueblo y se privilegian  los beneficios individuales de la familia del   o allegados  con lo único fin de recaudar abusando del poder  al extremo de autorizar un boliche  bailable exponiendo al peligro a la juventud. 

Existen  cualidades que no debiera olvidar nunca un gobernante   que pretenda al menos simular  hacer medianamente bien su labor, y por suerte en Monte Quemado no se mescla la Política con la Justicia y desde la Fiscalía rápidamente se actuó reestableciendo el orden  clausurando  el boliche y poniendo  freno a la ambición desmedida de recaudar sin medir consecuencias.

Un funcionario o servidor público que cumple con la Ley y sus obligaciones debería estar orgulloso de su trabajo, de la organización que representa. Debería sentirse motivado en las mañanas para levantarse e ir a su lugar de trabajo, desempeñarse muy bien y ser consciente del compromiso que tiene para mejorar las condiciones de vida de los ciudadanos, y del impacto positivo que puede generar en el desarrollo de su comunidad. “Claro sería lo ideal, empero todos sabemos al intendente pocas veces se lo encuentra en su despacho.

La razón del ser de los servidores públicos es el logro de los fines del estado, cumpliendo y haciendo cumplir desde su lugar ,lo que la Ley le impone  es por esto que dichos funcionarios se deben a la comunidad, su labor diaria debe estar motivada  al cumplimiento de las Ley y al   bien común, a satisfacer las necesidades de los vecinos , hacer que el ciudadano  sienta  el  respaldo y confianza por las instituciones públicas, es por esto que este escrito es una invitación a la reflexión de las autoridades sobre la responsabilidad no solo laboral, sino moral y ética que tiene este tipo de empleo, y para todos aquellos que ejercen uno cargo realicen un aporte y su mejor esfuerzo para mejorar la calidad de servicio.

Es necesario devolverle las entidades públicas de la democracia al pueblo de Monte Quemado.