Por Tony Villavicencio. En el marco de las medidas adoptadas por la pandemia del Covid-19 y en consonancia con Nación, desde el área de Transito de la municipalidad de Monte Quemado se desarrollaron operativos de tránsito que no fueron muy bien recibidos por los vecinos.

Medidas y operativos de tránsito —señalan los vecinos—que nada tienen que ver con la seguridad, sino con un alevoso propósito recaudatorio, sobre todo teniendo en cuenta que desde el estacionamiento de inmediaciones del banco provincial, sucursal Monte Quemado, levantan las motos mientras sus dueños están haciendo largas colas para cobrar el IFE.

Testigos Presenciales

“Todos hemos visto que el personal de tránsito de la municipalidad viene y carga las motos en las camionetas o en un carro, llevando tandas de hasta 10 vehículos del estacionamiento, donde siempre se acostumbró a dejar los rodados menores. Es un lugar donde nunca vimos algún cartel que habilite o no estacionar. Cuando la gente sale del banco se encuentra con que los están esperando para decirles que sus motos fueron secuestradas por estar mal estacionadas y que tienen que pasar por la municipalidad a pagar la multa para poder retirarlas”, señalan testigos.

Graciela del Barrio Canal, indignada, dijo: “Estos operativos son una maniobra, siempre que fuimos al banco dejamos estacionada nuestras motos en ese lugar y resulta que ahora después de hacer varias horas de cola para cobrar el IFE, nos secuestran las motos y para retirarla tenemos que pagar 3.000 o 4.000 mil pesos”. Agregó: “Tengo entendido que a gente del campo le sacaron 7.000 y hasta 8.000 pesos aduciendo que las motos no tenían espejo o les faltaba luz”.

Por su parte Carlos, de El Porvenir, contó que después de hacer cola para cobrar, fue a buscar su moto y ya no estaba en el estacionamiento. Allí un agente de policía y otro de tránsito le dijeron que su busca su moto debe estar en el depósito de la municipalidad y que secuestrada por dejarla mal estacionada”.

“Yo les expliqué que era del campo y que tenía que volver y me dijeron que fuera a verla a una tal ‘Mari’, que ella me iba decir cuánto tenía que pagar de multa. Llegué a la terminal había otra cola igual o más larga de la que hicimos en el banco, todos pagando la multa de las motos que les habían levantado del estacionamiento. Pagué 4.000 pesos de multa porque tenía un espejito roto, cargué nafta y volví a casa con 5.000 pesos de la ayuda del gobierno nacional”, se quejó.

Marcela del barrio San Martín, expresó: “¿Si usted anda averiguando quién cobró el IFE? Yo lo percibí, porque soy madre soltera, tengo un título y estoy sin trabajo, y este gobierno municipal, en vez de que nos ayude nos sacan la plata  porque dejé estacionada en el lugar donde lo hice siempre. De los 10.000 que cobré, la municipalidad me sacó 3.000 pesos, parece que están esperando que nos paguen el IFE para quitarnos el dinero y no me pasó solo a mi, son más de 100 las personas a las que le inventan infracciones y lo hacen cada vez que hay largas colas en el banco. Este gobierno son unos…(irreproducible) y todo lo que te puedas imaginar”.

Juan, quien tiene su familia en el barrio 12 de Octubre, nos comentó que las veces que vino a cobrar el IFE, tuvo que pagar la multa a la municipalidad para poder volver con su moto a su casa.

Lo fuimos buscar, cuando llegamos se disculpó tener escasa instrucción y aclaró que él más vive en el campo y que poco viene a ver su familia a la ciudad.

El hombre de profesión hachero, nos contó que es otro de los que hace largas colas para cobrar la ayuda del Estado y se mostró agradecido con el gobierno peronista. A pesar de ser hombre de pocas palabras, cuando se le consulta sobre si er real que pagó dos multas expresó: “Los de la municipalidad dos veces me agarraron con la moto, pero no soy tonto para dejarme agarrar tres, y ahora voy a pie. Me hicieron la boleta (de la infracción) las dos veces que fui a cobrar. Parece que me estaban esperando los de la municipalidad de Don “Pito” (en alusión al intendente Manuel Castillo), yo lo único que hice es estacionar mi moto donde todos las dejaban y así me sacaron del bolsillo la plata que me mando el presidente”.

Operativos direccionados

Se observan en la población otras controversias con respecto a los operativos de tránsito. Hay sospechas de que la municipalidad usa a la policía y a la Dirección de Tránsito como una herramienta para recaudar. Es lo que se recoge de la gente, y hasta los comerciantes dan a entender que con los operativos que se programan hay un posible direccionamiento de la circulación que favorecer la competencia comercial desleal.  

En ese sentido desde el sector explicaron que los comerciantes que no son proveedores y amigos del poder político, tienen diariamente  operativos frente a sus locales, sea o no una zona de intensa circulación y de esta manera la gente evita circular por este sector.  

El Municipal Web intentó comunicarse con las autoridades municipales para disipar o confirmar lo que con fuerza comenta el pueblo, pero como siempre se niegan a suministrar toda información a este medio independiente, pero si la obtenemos (respuesta) por parte de empleados de bajas categorías. Sin ocultar el miedo a ser expuestos y recibir las consecuencias, nos contestan: “Vaya pregúntele a la señora secretaria de Gobierno, Silvia Castillo. Si usted me pone en el diario mañana quedo sin trabajo o me mandan a lavar platos y servir café (entre rizas)”.

Empleados honestos

Los empleados en la municipalidad son honestos, pero tienen miedo de perder su fuente de trabajo. A veces se animan y comentan lo que sucede puertas adentro de la Dirección de Tránsito, y pareciera que la honestidad de los que ponen la cara rompe el  pacto de silencio que imponen las autoridades.

El pueblo de a poco está perdiendo el miedo. Se escucha gritar en cualquier esquina a juan diciendo, “con los operativos de tránsito nos están exprimiendo los bolsillos”. Todos saben que el municipio recauda con los operativos y se preguntan en qué se invierte.

Cabe destacar que los únicos que no se dan por notificados de lo que circula en la voz del pueblo que los eligió es el Consejo Deliberante. Es este organismo el que debería preguntar al Ejecutivo municipal si los operativos de transito se cumplen dentro de lo que establecen las Ordenanzas, si el mecanismo de la recaudación es lo establecido por la ley y lo más importante, en qué se gasta el dinero del erario público. Hay quienes ya se animan a expresar en vos alta, “la municipalidad es de todos y no patrimonio de la familia gobernante”.