Por Tony Villavicencio | Con el poder de la prensa se sembró el odio. Con el poder de la prensa, se instaló en la política argentina a Javier Milei como un candidato a presidente que muestra trastorno explosivo, intermitente.

Tiene episodios repentinos y repetidos de conductas impulsivas, agresivas y violentas, o arrebatos verbales agresivos en los que reacciona con demasiada exageración para la situación.

En  los distintos programas de televisión, videos audios y redes sociales no creo que haya  argentino que no vio y escuchó las  violentas reacciones del candidato presidencial a un personaje  de comportamiento informal, desencontrado con la seriedad y la embestidura de un hombre que aspira a convertirse en el presidente de los argentinos.

Los medios de comunicación no son un poder del Estado, pero dada su gran importancia para el funcionamiento de los tres poderes hace tiempo que se le denominó como “cuarto poder”, como si fuera uno más del Estado.

La televisión, radio y diarios, son los medios principales. No vamos a negar que los principales medios del país responden al grupo Clarín y lejos de contribuir a la democracia, enfrentados con el gobierno kichnerista, se dedicaron a sembrar odio y fabricaron a un personaje.

Quién no vio los videos, escuchó los audios, los insultos, las provocaciones, las acusaciones de Javier Milei que fueron no solo a la clase política, sino que también al papa Francisco. A quien trato de imbécil, hijo de pu… “Hay que avisarle al Papa que la justicia social es robo, y si predica la justicia social, es un ladrón”, se había pronunciado.

Por estos días, desde el entorno del candidato de La Libertad Avanza se dice que le impiden que se exponga a las cámaras y lo tienen controlado para evitar sus exabruptos previos a los comicios. Su lengua viperina y sus reacciones violentas y descontroladas, le jueguen una imagen negativa frente al electorado.

No obstante, fue a una entrevista donde las víctimas  de su verborragia  fueron el presidente Lula Da Silva, al que trató de delincuente, como si esto no fuera peligroso para las relaciones internacionales. A la vez,  anticipó que de ser elegido presidente prometió cortar relación con  Brasil y China.

Por otra parte los mejores economistas del mundo revisan los  proyectos económicos que promete Milei. La dolarización, cerrar el Banco Central, privatizar la salud y  la educación, son algunas de las propuestas. Lo reafirma y en medio de la entrevista, pareciera le salta la chaveta y reitera que habilitará el  mercado de los órganos, la libre portación de arma, y si el periodista le repregunta, se levanta alterado, enardecido, grita e insulta.

No vamos a cuestionar sus extrañas ideas, sus proyectos, que es cierto suenan contrarias a la realidad social y económica de nuestro país, pero si nos preguntamos si el libertario se encuentra en sus cabales para asumir la presidencia por sus repetidas conductas impulsivas, agresivas y violentas, alteraciones psicológicas que en el ejercicio del poder pueden  ser más peligrosas que sus propuestas electorales.