Por Tony Villavicencio.- La Ley Nacional Nº 24.314, señala que  los bienes nacionales de uso público administrados por los organismos nacionales, provinciales y municipales y en especial las vías públicas, pasarelas peatonales, parques, plazas y áreas verdes, deberán ser accesibles y utilizables sin dificultad por personas con discapacidad. Entonces, si hay una Ley que impone al Estado mismo una normativa ¿Cuál es el motivo por el cual en la obra del Ferrocarril Belgrano Cargas, que se ejecuta en la ciudad de Monte Quemado, no se cumple? Con las medidas que impone la Ley, no se movilizan a los discapacitados y ancianos.

Construir una pasarela mixta o exclusiva para el paso de los discapacitados

Hoy, los habitantes miran con impotencia el triste paisaje de una ciudad partida, físicamente dividida por una barrera metálica al mejor estilo del para entonces muro de Berlín, que separaba a las dos Alemania: Occidental y Oriental.

Nos tenemos que imaginar que han priorizado el trasporte barato para los terratenientes y condenado a la postergación del desarrollo de Monte Quemado, donde hoy viven casi 40.000 habitantes, que tendrán que circular por los extremos o por un aérea semi destruida, parchada y sin ninguna seguridad, cuya construcción data del año 1957.

Díganme cómo y de qué manera, en cinco años más, con el crecimiento vehicular incontrolable que se registra, podremos transitar por una ciudad donde, para poder movilizarnos tendremos la opción de dos pasos ubicados en los extremos. Hoy, a las horas pico, si nos detenernos en los dos paso niveles, observamos el embotellamiento del tránsito que en forma peligrosa circula. 

¿Se imaginan el peligro de lo que va ser dentro de cuatro o cinco años, con el crecimiento exponencial del parque automotor?

Una ciudad sin corazón

Han elegido encerrar el corazón mismo de la ciudad, al que van a convertir en una playa para estacionar los cereales de 10 o 15 pudientes, realizando una inversión de casi cinco mil millones de pesos, para rehabilitar las vías del antes ferrocarril Belgrano, levantando todo lo viejo, cuando por los mismos costos podrían haber desviado las vías del ferrocarril y devuelto el espacio de 17 hectáreas a la ciudad que se encuentra frenada y físicamente dividida, sin posibilidades de unir sus calles, desarrollarse, modernizarse, condenando a los de un lado y del otro a comunicarse por los extremos o por una peligrosa pasarela tipo escalera, que para nada prevé que en esta ciudad también hay discapacitados y ancianos.

La antigua y destartalada pasarela

En el centro de la ciudad, la vieja pasarela aérea, construida en el año 1957, que no ofrece la más mínima seguridad para los peatones de un lado o del otro, con escaleras de tablones de hace más de 60 años, flojos y desastillados y sin barandas de contención en los laterales, los peatones expuestos a caer al vacío.

Son 40.000 las personas que irán y vendrán todos los días por ese precario paso, porque las escuelas primarias, secundarias y profesorados, se dividen y dictan clase de un lado y también del otro. De un lado está el Colegio Secundario Religioso San Francisco; el Instituto de Formación Docente N° 6; la Escuela primaria N° 313 Santa Rosa de Lima; la Comisaría Seccional 22; el Juzgado; el Hospital Público del Norte Grande Antonio F. David. Del otro, el centro comercial con los supermercados; el servicio de banco; el correo; la Anses; el Colegio Secundario provincial Fray José G. Baldan; el Registro Civil; la Municipalidad; la escuela Diferencial; la escuela primaria 336 del barrio 12 de Octubre y además la concentración del centro comercial de la ciudad.

Esto habla a las claras que los servicios se encuentran distribuidos, por lo que el pasaje de la precaria pasarela fue convertida en la única vía peatonal entre los que viven de un lado y del otro de la ciudad, y si esto de por sí es un riesgo, los vehículos circularán por los paso niveles de los extremos.

Sí, me estoy refiriendo a la vieja estructura de la pasarela, obsoleta y parchada, cuando a días de cerrado el camino de las vías, ya presenta fisuras, con tablones de su escalera sueltos que se aflojaron y se tambalean.

Es una estructura precaria, antigua, que no ofrece ninguna garantía de seguridad para los niños y adolescentes que van a las escuelas y colegios y los vecinos que sin más por donde hacerlo utilizarán un sólo camino, de lo contrario tienen que caminar  por los extremos de los paso niveles, donde tampoco se ofrece seguridad para el tránsito vehicular y peatonal; no existen barreras de contención ni catalizador que advierta el paso del tren y lo único que puede salvarnos es el pitido potente de la máquina.

La vergüenza

Pero esto no es lo peor, sino es triste ver a las personas discapacitadas estacionar al pie de las escaleras de un lado y del otro de la vieja pasarela convertida en una suerte de playas de estacionamientos de sillas de ruedas.

Los familiares, o un comedido, tienen que levantar a las personas minusválidas en andas para poder hacerlos pasar de un lado al otro de la ciudad. Discapacitados que van a la escuela, que se van al Hospital o vienen a las clínicas o realizan diligencias en las oficinas públicas y de servicios.

Todo esto pasa porque no se está cumpliendo con una Ley Nacional que impone un diseño universal, que responde a la conectividad necesaria para favorecer la movilidad, en particular de las personas con discapacidad.

Las pasarelas o puentes peatonales son estructuras que permiten el paso seguro y continuo de peatones en vías de alto tráfico y velocidad.

Obligatoriedad de condiciones

Hoy en día deben considerar e incorporar condiciones de accesibilidad, seguridad y un recorrido que garantice el desplazamiento a todo ciudadano, sin importar su condición de movilidad (coches de niños, adultos mayores, usuarios en silla de ruedas, personas ciegas, sordos, etc.).

Realizamos una inspección a la obra del Ferrocarril Belgrano en Monte Quemado para graficar una situación que si se quiere, hasta es inhumana. La situación de la obra evidencia condiciones urgentes de mejorar para responder a la normativa vigente de la Ley, que impone que la infraestructura funcione para personas con discapacidad en cuanto a accesibilidad y seguridad, es necesario considerar un aspecto fundamental como es la conexión accesible que debe unir la pasarela con la circulación de los que viven de un lado o del otro del terreno del ferrocarril y que a diario tienen que circular en la búsqueda de servicios, como es de salud, seguridad, educación y comercio.

belgrano cargas monte quemado2

En la actualidad y a pesar de la inversión que significa la construcción de una pasarela, vemos que, por falta de planificación o conocimiento, o porque la empresa se quiere ahorrar la pasarela existente, resulta insegura, se debe exigir que se construya una o dos pasarelas peatonales en las que se incorpore accesibilidad universal en su diseño y las que están construidas deben ser adecuadas a estándares aceptables.

Los requisitos adicionales para garantizar su conectividad y uso son:

  • Acceso y salidas de pasarelas peatonales: libres de elementos que las obstruyan, que en la mayoría de los casos impiden que un usuario de silla de ruedas, coches de bebe o personas con movilidad reducida puedan salir o entrar a la pasarela. Aquí es una vulgar y corriente escalera, cómo hace un discapacitado para circular con su silla de ruedas por ese lugar (el ancho mínimo libre de paso para una silla de ruedas es de 0.90 m. y el espacio debe ser plano).
  • Conectividad por medio de paso accesible que asegure la ausencia de desniveles insalvables por personas con discapacidad: asegurar que las pasarelas dejen al usuario en un lugar seguro. Se evidencian algunas pasarelas que dejan a la persona en plena calzada al conectar en forma segura con las veredas o itinerarios correspondientes. En este caso, hay perfiles elevados que no le permiten ni ingresar ni bajar.
  • Conexión de la pasarela a través de una ruta accesible hacia el cruce peatonal; paradero; vereda; etc., en definitiva, una obra que permita el traslado de las personas con discapacidad y otorgue continuidad a su destino.
  • Iluminación: la iluminación que acompaña a una pasarela, y su respectivo trayecto de destino, aportan seguridad y colabora con la movilidad de personas de baja visión, adultos mayores, etc. En nuestro caso la pasarela del ferrocarril se convierte en un tubo negro.

Incumplimientos de la Ley 24.314

La vieja pasarela aérea del ferrocarril en la ciudad de Monte Quemado no considera acceso para sillas de ruedas. No tiene barandas laterales en su escalera, no está iluminada y es una obra construida hace ya más de 50 años con su estructura precaria, lo cual no cumple con los estándares de accesibilidad universal que impone la Ley de accesibilidad al medio físico de los discapacitados. Repetimos, la Ley 24.314 fue promulgada el 12/04/1994.

La Municipalidad

Es necesario aclarar que la obra del Ferrocarril Belgrano Cargas se construye en un espacio de jurisdicción nacional. Son las autoridades nacionales las que deben velar para que se cumplan las normativas establecidas en la Ley Nacional 24.314.

Por tal motivo, el intendente de la ciudad de Monte Quemado, en atención a los reclamos de los vecinos, envió una nota a las autoridades del Ente promotor de la obra del Ferrocarril Belgrano Cargas, solicitando la construcción de nuevas pasarelas, en un todo de acuerdo a las normativas vigentes por la arriba Ley citada.

La comuna recibió como respuesta la negativa atribuyendo “Razones de seguridad”, en clara contradicción al espíritu de la Ley 22.431 que tutela el sistema de protección integral de los discapacitados y la reforma de su capítulo IV, 20, 21 y 22, sustituidos por el Artículo 1ro de la Ley 24.314.

Está claro que cuando, desde el ente nacional se negaban a cumplirla, se referían a la seguridad de los trenes y no de los habitantes de la ciudad, para ellos es más importante la seguridad del tren de los ricos que la vida de las personas. Está claro que el paso del ferrocarril es una antigua pasarela diseñada y construida en la década de los años ‘50, la que hoy pone en serio riego la vida de los peatones y se niega derechos a los sectores más vulnerables de la ciudad: los discapacitados, ancianos y niños.

Entonces, cabe preguntarse y preguntar si hay algún fiscal que nos esté escuchando o dando lectura a esta nota, ¿quién fiscaliza? ¿Quién autoriza? ¿Quién financia esta obra que se lleva a cabo contra imperio de la Ley?, comprometiendo la seguridad pública de discapacitados, ancianos y atentando contra el desarrollo y progreso de los 40.000 habitantes de Monte Quemado.