Por Tony Villavicencio | No podemos continuar indiferentes a lo que está pasando en las instituciones madres de la ciudad de Monte Quemado.

Ayer, el Honorable Concejo Deliberante no sesionó por ausencia de la totalidad de los concejales del oficialismo, mientras Ejecutivo municipal, con siete meses de gestión, no demuestra ocuparse de los problemas urgentes  que desde siempre reclaman los vecinos.

El municipio, envuelto en innecesarios conflictos con  empleados municipales, mostrándose desinformado, sin experiencia, mal asesorado, transitando  por un camino de fracasos y pagando elevados costos políticos. 

Vuelve a la vieja política del negocio “turco”, y tratando de conformar al vecino por lo popular, organiza partiditos de fútbol y hoy a más de siete meses de gestión,  no muestran políticas orientadas a encontrar  soluciones a los graves problemas que presenta la ciudad, infraestructura hídrica, cementerio, el matadero y la contaminación del medio ambiente y la insalubridad.

No está mal promocionar el deporte, pero a la municipalidad y toda su estructura no la podemos transformar en organizadora de los distintos eventos deportivos, para eso están las instituciones sociales y deportivas de la ciudad, a las que tiene que apoyar el municipio para convertirlos en verdaderos centros de contención social con  atención preferencial en  los adolescentes y jóvenes.

La contención social no solo demanda la fotito del intendente con el equipo, sino demanda  valores. Los clubes de barrio construyen comunidad y sentido de pertenencia, son espacios inclusivos donde se forjan lazos y valores que hoy más que nunca es necesario recuperar. El club de barrio es el eje  de la Integración social. Es un error que el municipio quite protagonismo a los clubes sociales y deportivos verdaderos y genuinos espacio de contención social.

El Concejo Deliberante

Ante la crisis que hoy se vive en el Concejo, entendemos  que es necesario  la mirada sistémica sobre la corrupción y abordar de manera integral los temas referidos a la ética, que es lo que está en debate en el parlamento copeño. 

El Concejo Deliberante es la institución más genuina de la democracia y en  Monte Quemado  están sucediendo situaciones que compromete la honorabilidad del cuerpo. A partir de que es público  que un concejal fue  denunciado de integrar una banda delictiva, el que habría estafado a 27 jóvenes. Según la denuncia,  exigía dinero para hacerlos nombrar en la policía. El pueblo está esperando una reacción y el Concejo Deliberante, por imposición de la Ley de Municipalidades 5590, tiene la potestad para asumir la defensa en cuidado.

Empero  no vamos a juzgar ni sentenciar la situación procesal  del edil. Esa es obra y responsabilidad de la justicia, pero las instituciones de la democracia deben custodiar de que la Justicia sea justa, protegiendo al inocente y castigando con todo el rigor de la ley al culpable.

En la actualidad, en la Nación existen numerosas causas en trámite por hechos vinculados a temas de corrupción cometidos por funcionarios públicos. La capacidad de respuesta del poder Judicial, frente a este tipo de delitos es altamente ineficiente tanto en la investigación y  en la persecución de los mismos como en la aplicación de sanciones. En la causa que implica al concejal  “Chicho”,  hay sobradas razones para dudar y preguntarse: ¿La causa transita por el justo y debido proceso?.   

Desde el Consejo Deliberante de Monte Quemado no hay información pública con respecto a la situación del edil, acusado del delito de estafa. El mismo  asistió  a la reunión  del martes 6 de junio  y ocupó su banca y hasta deliberó. 

La ausencia de información no es extraña si se tiene en cuenta que el Honorable Concejo Deliberante de Monte Quemado ni las ordenanzas o resoluciones que se sancionan a pesar que en el final resolutivo especifican “PUBLIQUESE”, las dan a conocer a los contribuyentes. No tienen órgano de difusión y los vecinos se enteran de las ordenanzas cuando incumplen de lo que está prohibido. 

 El acceso a la  información pública es un derecho humano de vital importancia para el ejercicio de otros derechos fundamentales y de las garantías inherentes a una democracia La información desde las instituciones de la democracia es una herramienta clave para promover la transparencia y para asegurar la publicidad de los actos de gobierno en todas las órbitas y dimensiones de los poderes del Estado.