Por Tony Villavicencio | Las familias del sector forestal del departamento Copo se encuentran inmersas en una crisis económica y social profunda a partir de que el mercado de la madera se encuentra paralizado.

Los aserraderos con la madera estivada en la playa y los compradores desaparecidos desde noviembre del año pasado, obligan a las empresas a suspender la actividad y por añadidura, miles de familias quedaran sin su fuente de trabajo.

Se estima que entre obreros, proveedores, fleteros, cargadores y empresarios, la crisis afecta a más de 2.000 familias con graves consecuencias económicas y sociales para la ciudad de Monte Quemado.

Cabe destacar que la actividad forestal es la única actividad productiva y económica del departamento Copo y sus consecuencias repercute en las familias que se quedaron sin acceso a los alimentos, a la vestimenta, a la provisión de útiles y calzado de sus niños; y la pérdida del poder adquisitivo compromete al sector comercial, actividad que en muchos casos dejaron de ser rentables y hay comerciantes que tuvieron que bajar persianas.

La difícil situación económica y sus consecuencias sociales están en todas partes, pero marca activa presencia en los pueblos que viven de la  actividad forestal, como es el caso de Monte Quemado a partir de la crisis financiera de las grandes y medianas empresas forestales la situación de las familias  a la hora de tender la mesa es desesperante.  

Al respecto, los pocos negocios que aún se mantienen de pie, en el caso de tiendas que ofrecen prendas de vestir, las casas de electrodomésticos, ferreterías y corralones, aseveran que la actividad comercial por estos días es prácticamente cero. La actividad para los comercios que alquilan y tienen que pagar en Monte Quemado dejó de ser rentable.

La situación económica y social de Monte Quemado y el departamento Copo es crítica y se encuentra al borde de ingresar en la desesperación. La parálisis que registra el mercado de los durmientes, las varillas, cuyo principal comprador es el Estado Nacional, indica un raro estancamiento financiero en el mejor de los escenarios.

En esta crisis se observan dos mercados afectados, el del trabajo que generan los aserraderos con sus graves consecuencias sociales; y el no auxilio del Estado a la  única fuente de vida de muchos trabajadores.

Con sus graves consecuencias provocan en miles de familias del departamento Copo. Tambien angustia  y desesperación, y si no hay un auxilio del Estado, recordamos a los funcionarios que hasta la oveja rompe el cerco cuando hay hambre.