Es una empleada municipal categoría 22, que desempeñaba un cargo jerárquico en el municipio y por ser madre de una candidata  a concejal del Mo.Ci.Pro, la trasladaron a cumplir funciones de ordenanza  en la escuela N° 421 Madame Curie.

Una vez más sin respectarse el escalafón, la empleada municipal Ana Beatriz Zalazar, que se desempeñaba en el cargo de Sub Jefe de espacio Verde y alumbrado urbano, respondiendo a un deliberado apriete  político fue trasladada  a cumplir funciones de ordenanza en un establecimiento educacional. Trabajo que se contradicen con la categoría 22  que la reconoce el escalafón municipal.

Las pruebas de abusos y el autoritarismo que ejercen desde el poder público lo confirma, una vez más la aparición de un audio donde en forma deliberada, Castillo en público abuso de autoridad aprieta a un empleado municipal, exigiendo participe de su campaña electoral bajo amenazas de  consecuencias en su trabajo. 

Los derechos de las y los trabajadores municipales nunca fueron respetados por el intendente, Manuel Osvaldo Castillo, y su hija la Secretaria de Gobierno. En la fiscalía hay denuncias por acoso laboral,      despidos, traslados y cambios de funciones arbitrarios. Los derechos humanos protegen a quienes hacen del trabajo cumpliendo con sus obligaciones  y realicen su actividad en plena libertad.

Estos derechos humanos constituyen un catálogo de prerrogativas que al desarrollarse derivan en lo que podemos identificar como justicia del trabajo. Vivimos desde  hace 37 años en democracia en Argentina y en Santiago del Estero  también. Y aquí, en Monte Quemado,  es una vergüenza que existan intendentes que sin pudor aprietan y persiguen a empleados municipales que piensan distinto al que ejerce  el poder político.

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