El Municipal se acercó las ladrillarías de los barrios Canal, Triángulo, Villa Nueva, El Porvenir de Monte Quemado donde habló con varias personas que se dedican a la actividad.

Estos coincidieron que el momento que atraviesan es “critico” debido a las bajas ventas y el alto costo de los insumos. A la vez, se quejaron que los gobiernos, en sus distintos niveles, no los ha tenido en cuenta.

“El sector está atravesando por un momento realmente muy malo, algunos le vendemos a la municipalidad, con pagos a veces muy bajos y perezosos, porque mermó la venta, se dispararon los insumos para hacer ladrillo, cuesta conseguir la tierra para trabajar, además no tenemos asistencia ni contención por parte del Estado”, contextualizó Ricardo, uno de los ladrilleros.

Agregó que “los pocos ladrillos que tenemos los estamos vendiendo a la municipalidad que nos paga lo que quiere y cuando quiere, y tenemos que aguantar porque es bajísima la venta”

“Hoy por hoy el ladrillero está obligado a quemar un horno de 5 a 7.00 mil ladrillos porque tiene que volver a producir y comprar los insumos; antes en cada horno se quemaban de 5.000 hasta 20 mil ladrillos, hay muchísima diferencia”, explicó y reconoció que si “llega a llover se pierde la producción y es imposible recuperar”.