(Por Tony Villavicencio). En el país se convoca a las personas que están confinadas, a expresarse y brindar un aplauso en agradecimiento al personal sanitario, que forma parte del sistema asistencial y tiene una ardua labor por estos días.

Nos parece valioso el reconocimiento, solo que hay ciudades como es Monte Quemado que nos cuesta reconocer el esfuerzo, el riesgo y la vocación de servicio de todo el personal  sanitario, policial, de tránsito municipal, de gendarmería, que en forma arriesgada y heroica nos cuidan previniendo, y evitar que el coronavirus ingrese a nuestro pueblo.   

Son todos

Cuando se lee personal esencial en situaciones de crisis, socialmente no nos estamos refiriendo exclusivamente a aquellos que tienen labores sanitarias, pero nada más alejado de la realidad, pues para que nuestro mundo siga funcionando en lo mínimo necesarios, hace falta la labor diaria de muchas personas que desarrollan otras muchas actividades que nos permite quedarnos aislados en casa.

El personal sanitario esta en uno de los frentes de acción, quizás el más visible; pero dentro de estos no solo hay médicos y enfermeras, también hay administrativos, conductores de ambulancia, personal de limpieza, mucamas y a ellos hay que agregarle  la labor de la policía, de los agentes de tránsito  de la municipalidad, que cumplen la fiel misión de tapar cada uno de los accesos para evitar que quienes ingresen a nuestra ciudad, no vengan trayendo el virus.  

Cuidar a los que nos cuidan

Una crisis se agrava si el personal esencial se ve comprometido y esta situación es causada por la falta de control de los procesos peligrosos a los que se encuentran expuestos, por ejemplo la atención a pacientes (o presuntos) sin las protección (sin barbijos, guantes, ente otros cuidados).

Dentro de los trabajadores esenciales encontramos al personal de seguridad provincial y nacional como es la Gendarmería, los primeros son el mayor contingente y están garantizando el orden público y el acatamiento de las instrucciones del Estado; así también están los privados que custodian el Banco delegación Santiago del Estero.

Son personal esencial aquellas personas que forman parte del circuito de comercialización de alimentos, medicinas, de tal manera que usted solo ve al dependiente que le suministra el producto, pero este forma parte de otros y otras que van desde los transportistas, almacenistas, hasta los gerentes.

Hay que seguir generando bienes de primera necesidad, de tal manera que hay actividades de manufactura que no se detienen, así como las agrícolas, que se mantienen en los límites necesarios. Hay personas elaborando alimentos y otros elementos de primera necesidad.

Servicios esenciales

En lo público (o privado) hace falta que funcionen servicios esenciales, como agua potable, electricidad, gas, saneamiento básico (recogidas y procesamiento de desechos y limpieza de áreas claves) y telecomunicaciones. En estas actividades, mujeres y hombres hacen trabajos cada día, independientemente de las condiciones.

Los vemos cada día, pero no los incorporamos dentro de la idea de personal esencial, estos son los trabajadores de la prensa. Son un entramado que hace posible que usted esté leyendo esta nota y que cada día esté informado de los acontecimientos que van marcando las crisis y la gestión de las mismas.

Finalmente existen un gran número de personas que deben tomar decisiones en el Estado, y estas no serían posible sin un gran contingente que las viabilice y las soporte. Utilizaré una palabra, con poca reputación, pero de la que rescato su esencia, la burocracia. Sin estas personas los líderes políticos que están al frente de los Estados, Nacional, Provincial y Municipal no podrían tomar las decisiones adecuadas.

Seguro estoy que, si buscamos más encontraremos otros oficios y saberes esenciales, pero la idea por ahora es visibilizar, por lo menos, las grandes áreas de trabajo que por estos días siguen laburando y con ello garantizando unas condiciones adecuadas para la población que debe acatar un confinamiento obligatorio. Lo pueda cumplir.

La pandemia y el Mundo

En estos momentos, los diversos liderazgos en los Estados del mundo buscan gestionar la situación de pandemia que adquirió el coronavirus. La responsabilidad de ninguna manera es minúscula, en dimensión alguna; pues al final sus decisiones definen, aunque suene dramático; en algunos países se decide quienes viven o quienes mueren y no hay espacio para equivocarse porque una inoportuna o errada decisión, como la de cerrar las calles con basura que luego se traduce en un riesgos.

Una crisis se agrava si el personal esencial se ve comprometido y esta situación es causada por la falta de control de los procesos peligrosos, a los que se encuentran expuestos, por ejemplo la atención a pacientes (o presuntos) sin las protecciones debidas u otro menos visible relacionado con la organización del trabajo, es decir largas jornadas o falta de tiempos de descanso del personal policial, de tránsito, de los médicos.  

Solo para ilustrar, haré referencia a que he escuchado entre el personal de tránsito de la municipalidad quejarse de que existen personas que empiezan a experimentar fatiga laboral, “gracias” a las largas jornadas que deben realizar. La Secretaria de Gobierno y la Jefa de Personal debe saber que tal situación, no solo compromete al trabajador o la trabajadora en cuestión, sino el cansancio expone su salud.

Quedarnos en casa

pero volvamos, que quiero terminar la nota con un imaginario APLAUSO, en reconocimiento a todos y todas los que hoy en la ciudad de Monte Quemado están realizando una labor para hacer que los estragos de esta pandemia no ingresen a nuestra ciudad, o se reduzcan a su más mínima expresión. Y no solo eso, tenemos nosotros también que cuidarnos, cuidar a la familia, a nuestros abuelos a nuestros niños y demandemos los cuidados necesarios para conservar la salud del personal esencial, que son los heroicos que le están poniendo el pecho para evitar de que el virus llegue a Monte Quemado y lo están consiguiendo, y lo estamos logrando entonces ayudémoslo a estos valientes quedándonos en casa.