Offshore: Más allá de su fortuna en el país, como era de esperarse, los Mileikowsky tienen su riqueza afuera. Es así como constituyeron Alkary Investments LLC, con jurisdicción en Miami, en enero de 2015, donde sus padres y su hermana actúan como directores.

También son poseedores de propiedades en Miami. Una de ellas, por ejemplo, en el paradisíaco 4010 South Ocean Condominium, construido en 2019, siendo dueños de la unidad 901 valuada en US$ 626.310.-

La misma, con dos dormitorios y dos baños, tiene vista al mar, contando el complejo con dos lujosas piscinas y cancha de tenis.

Allí también los Milei parecen tener problemas en los pagos y están con unos temas legales. Precisamente, el 8 de febrero de este año, la familia fue demandada por el Italbank International Inc que busca ejecutar la hipoteca. El caso fue presentado en los Tribunales del Palacio de Justicia Central del Condado de Broward ubicado en Florida. El juez que tiene a cargo el caso (CACE21002674), es Andrea Ruth Gundersen y resta resolverse.

También su offshore, Alkary Investments LLC, fue demandada, en agosto pasado, esta vez por Invictus Residential Pooler LP, y también por una ejecución hipotecaria, denuncia radicada en el Palacio de Justicia del condado de Miami-Dade.

Simultáneamente, los Mileikowsky tuvieron otros emprendimientos offshore, como el caso Alkanor Investments LLC, creada hace dos años y actualmente inactiva.

Pseudo-Erudición. Sus fracasos y su conflictiva relación con sus progenitores llevaron a Milei a refugiarse en una coraza en la que construyó una personalidad en la que se siente cómodo pero que carece de límites. Sus armas preferidas son dos: una pseudo-erudición y la violencia.

Sin aportes, suele repetir a los economistas liberales austríacos hasta el cansancio, en entrevistas, conferencias, libros y artículos. Tanto los repite que toma sus palabras como si fueran suyas, convirtiendo a su obra en un mero plagio. Además utiliza estos conocimientos como arma, construyendo un lenguaje discursivo en el que busca sobreabundar en erudición, creando un espejismo en el que el ciudadano común, lejos de la materia, lo tilda de docto.

Cuando los estrechos límites de su discurso son sobrepasados, recae en su segunda arma: la violencia, que lleva sin contención alguna a los límites del insulto que codean la agresión. Ensimismado en su propio personaje, lo conduce frecuentemente a los bordes del fascismo.

Negador de realidades como el cambio climático, a pesar de autoconsiderarse liberal, está en contra del aborto y su despenalización. Considera al Papay como el “representante del maligno en la Tierra” y, como referentes políticos de su accionar, como Bolsonaro y Trump, busca crecer nadando en aguas de la polémica.