Por Tony Villavicencio. En Monte Quemado una vez más la población estuvo por más de una semana sin el suministro de agua potable.

Seguramente no sea la primera ni la última que la comunidad sufra esta situación, con el agravante de que pasa en plena cuarentena con todo lo que eso significa.

No dudamos que los funcionarios en esta última instancia se preocuparon, y hoy pareciera ingresar el agua necesaria a los domicilios después de haber resuelto un problema que no debiera haber sucedido.

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Lo desconocerán, negarán, pero esta vez la falta se debió, quizás, a un descuido, la inoperancia, de no haber enviado en su debido tiempo —a la Dirección de Recursos Hídricos— la nota pidiendo el derivado del agua hacia las represas contenedoras, las que al no ser alimentadas en su tiempo desde el Canal de Dios se fueron agotando hasta dejar sin agua a la ciudad.

Claro, no es la primera vez, pero esta vez la crisis hídrica se potenció debido a la situación que estamos atravesando por la pandemia, donde la higiene es uno de los métodos que prevención que recomiendan los organismos de salud.  

Y esto de lavarse las manos con jabón no es ocurrencia de los curanderos, sino la recomiendan los científicos de la O.M.S y en Monte Quemado, por negligencia, por olvido, algunos hogares permanecieron casi 10 días sin el vital líquido.

Al respecto, podemos aportar que por más avanzada que esté la ciencia en el siglo XXI, en la pandemia del coronavirus el arma clave es esa tecnología milenaria de combinar agua y jabón, y en Monte Quemado aunque parezca increíble los vecinos no lo tienen.  

No sabemos con certeza quién, cuándo o cómo alguien tuvo tan brillante idea de combinar agua y jabón para prevenir infecciones, sí sabemos que esa mezcla sigue siendo la mejor estrategia para combatir enfermedades infecciosas y, ni siquiera el hasta ahora invencible SARS-CoV-2 puede contra ella, no podemos admitir que por un descuido o el incumplimiento formal se deje a una ciudad sin agua.

El agua es salud y es vida

Lávese las manos con jabón, con agua  limpia

Lavarte la mano cuando  vuelves de la calle a tu casa,

Lavar  con agua y  jabón la ropa con la que saliste hacer las compras y usaste  fuera de la vivienda 

Lávate antes, durante y después de preparar alimentos.

Lávate antes de comer alimentos.

 Lávate Después de usar el baño.

 Lávate,  Después de cambiarle los pañales a un niño                                 

Lávate,   Después de limpiar a un niño que acaba de ir al baño

  Lávate  Después de atender a alguien que esté enfermo.

   Lávate Después de soplarse la nariz, toser o estornudar.

   Lávate  Después de tocar a un animal o sus excrementos.

   Lávate Después de tocar desperdicios.

   Lávate  Antes y después de tratar una cortadura o herida.