La sequía, en zonas del departamento Copo, con sus temidas secuelas de destrucción y miseria, se prolonga y deja a familias sin agua para sus animales y en algunos casos hasta para el consumo humano, como es el caso de las familias del extremo norte, donde se ha comenzado a registrar la mortandad de animales y la falta de agua también la sufren los seres humanos.

Truena, relámpagos las centellas se descargan sobre las copas de los tupidos montes y la tormenta se retira sin derramar una sola gota de agua destruyendo todas las esperanzas como si fuera un castigo de la naturaleza. No solo en el norte sino también en el sur del departamento en poblaciones como La Virtud, Santa Cruz, Nueva Esperanza, El Salvador Belgrano y el mismo San José del Boquerón, donde no solo afectada la hacienda que no tiene agua, sino que los caminos se han convertido en un polvo intransitable.

Hubo lluvias aisladas en el departamento, empero hay zonas en las que no cayó una sola gota de agua desde hace siete meses sumiéndolos a numerosos parajes del extremo norte y sur de la provincia, en una profunda crisis hídrica, donde las represas se agotaron y los animales se quedaron sin agua.

En el caso del Majan un puesto de pequeños ganaderos ubicado sobre la picada siete en los límites del Parque Provincial Copo, donde nunca el agua les faltó las represas se encuentran agotadas y los animales se están muriendo de sed. La situación hídrica es tan crítica, que hay familias de ese puesto y también de otros que están más arriba como es Santa Rosa, Las Lomitas, que les falta agua para el consumo humano y ven que sus pedidos de agua a la Comisión Municipal de Pirpintos, no tuvieron resultado.

Es sabido que sin agua no se puede vivir, algunas de estas familias han tenido que salir dejando a uno o dos miembros de la familia al cuidado de la casa, la situación hídrica es de extrema crisis y la gente se debate en la soledad sin ayuda alguna de las instituciones del estado jurisdicción en el lugar.

"Desde Marzo del año pasado en la zona del extremo norte de Copo hasta la fecha, sólo llovió 60 mm y los productores de esa parte del departamento se enfrentan a una sequía persistente, lo que genera una situación dramática cuando se percibe el olor de las osamentas de los animales muertos por la falta de pasturas y de sed”.