Anoche tronó, reventó, cayó piedras y por fin llovió. Cincuenta milímetros en sólo 30 minutos, inundando las calles de la ciudad de Monte Quemado. El agua, como una bendición, llenó las represas y regó los campos secos del departamento Copo.

Con algunos inesperados, como fue la caída de granizo de mediano tamaño, se presentó la esperada, saludable y salvadora lluvia en este departamento donde faltaba el preciado líquido.

Cabe señalar que no se registraban precipitaciones desde hace cinco meses, por lo que la fuerza de la crisis hídrica, en numerosos parajes del interior, había causado la mortandad del ganado y comprometía el funcionamiento de las escuelas que se habían quedado sin reservas en los aljibes, debiendo ser asistidos por la municipalidad que trajinó los caminos por donde transitaron los camiones tanques con el preciado líquido hacia los rincones más alejados del interior profundo del departamento.

Funcionarios de la municipalidad recorrieron desde tempranas horas de ayer la ciudad, para hacer un relevamiento de los daños sobre las intensas pedreas, informando que no hubo que lamentar ninguna víctima. Sin embargo, señalaron que se registraron filtraciones en viviendas precarias; destrucción de follaje de algunos árboles; mientras que dos rayos cayeron en las antenas pertenecientes a una empresa de comunicaciones privada, por lo que la ciudad se encontraba sin señal de internet.

El personal propio de la empresa informó a los vecinos, a través de El Municipal Web, que trabajaron para el pronto restablecimiento de la señal.