Por Tony Villavicencio.- De un plumazo, sin previa participación del Concejo Deliberante, desde la Dirección de Tránsito de la Municipalidad de Monte Quemado, se informó a las distintas empresas de colectivos que operan en la terminal de ómnibus de la cabecera del departamento Copo, la prohibición de bajar pasajeros en todo el casco urbano.

Al respecto, cabe destacar que en todas las ciudades, existen  las paradas intermedias de colectivos de larga distancia, donde descienden los pasajeros y más se beneficiaban los ancianos, los discapacitados y los enfermos, medida que se cumple en casos, por ordenanzas que estipulan e indican la estaciones, y en otras, el uso de costumbre se convierte en la fuente de un derecho natural de las empresas y del usuario.

En Monte Quemado, no está claro, si existe ordenanza al respecto, pero que siempre hubo una costumbre, nadie lo puede negar. En el arco de entrada, para el coche que ingresa, la 2da, en la Manuela Pedraza y Las Heras, la 3ra en avenida Belgrano, para estacionar al frente de la Comisaría Seccional 22, en cercanías del Hospital Público, del Juzgado y frente mismo de la policía y desde allí el coche llegar a la terminal  de ómnibus y de regreso, con misma paradas, cuando el coche parte desde la terminal.

A las paradas de los colectivos, el Concejo Deliberante lo debe estudiar, readaptar, mejorar, cuidando los aspectos de seguridad vial. Pero  dejar sin derechos a los usuarios, sin alternativa de elección para descender, en lugares previamente predeterminados, parece una medida, desde lo jurídico ilegal y desde  lo humano, desconsiderada, si tenemos en cuenta que en los colectivos también viajan personas ancianas, discapacitadas, enfermas, las que algunas vienen  al hospital público y otras se van convalecientes y en muchos casos, no tienen para pagar un remis.

Basta un botón de muestra y cito el ejemplo de discapacitados, ancianos y enfermos que viven en los barrios Canal, San Martín, Porvenir, que bajan en la terminal de ómnibus, no tienen para pagar un remis, por lo que necesariamente tienen que pasar por los extremos de la ciudad. No pueden cruzar la pasarela del ferrocarril, porque también aquí, y a pesar de que es por este medio, alertamos a las autoridades que se vulneraron nuestros derechos como sociedad y no se construyó un pasaje para discapacitado y entonces, hay que preguntarse, ¿el que ideó la medida a la que hicieron firmar a la directora de Tránsito, evaluó los perjuicios?

Entendemos que los concejales de los distintos bloques, sin demora, tienen que hacer un estudio, proyectar y si es necesario, mejorar las plataformas de las paradas intermedias de las distintas empresas de transporte de pasajeros que operan en la terminal de ómnibus, de lo contrario, estaríamos asistiendo a un verdadero oprobio institucional, en perjuicio de los sectores más vulnerables  de nuestra sociedad.