La escasez de agua y la alta variabilidad climática ponen en jaque el normal desempeño de numerosas familias del departamento Copo, por lo que desde la Asociación Civil de Pequeños Productores del Noreste (APRONOC) del departamento Copo, mediante un proyecto del INTA, construyeron en principio cinco cisternas de placa de cemento y se encuentran en proceso otras 15 para que las familias puedan captar el uso del agua para usos múltiples.

En este contexto, la organización campesina, con base en la localidad del consuelo, tiene proyectado con tecnologías que permiten captar y almacenar agua de lluvia. Es posible contar con ese recurso para abastecer el consumo doméstico y también  las actividades productivas, habiéndose iniciado la construcción del primer cisterna en la escuela del lugar, todo se realiza dentro del proyecto del ProHuerta.

El ambicioso proyecto de la comunidad campesina de APRONOC, es de transformar la calidad de vida de sus socios, a partir de la construcción de estas cisternas de placa de cemento, en las que pueden captar y almacenar un promedio mínimo de 16 mil litros de agua de lluvia y el proyecto especial es impulsado del programa ProHuerta, una política pública del Ministerio de Desarrollo Social de la Nación y el INTA, que desde 2016 puso en marcha más de 600 iniciativas de desarrollo rural integral, que permitieron beneficiar a más de 50 mil familias rurales, urbanas y periurbanas de todo el país.

“Sin agua y sin tierra no somos nada”, destacó Alonso Palavecino, referente de la organización de base de los productores rurales de esa organización, que lleva a cabo el proyecto en ese lugar aislado y seco del departamento Copo (Santiago del Estero), donde el principal problema es el agua de pozos con arsénico, que consume la población.  

Antes de que se implementara este proyecto especial del ProHuerta, las familias que viven en los distintos parajes debían acarrear agua en bidones o tachos para acceder al agua y hoy las  cisternas que están siendo construidas con la asistencia técnica del INTA y la participación directa de la comunidad local como mano de obra, será una solución existencial para los lugareños.

El ProHuerta

Cabe destacar que, según información a la que pudo acceder El Municipal Web, entre los proyectos especiales del ProHuerta que se realizaron desde 2016, unos 230 se relacionaron específicamente con la línea de acceso al agua para uso integral. En ese marco, el programa construyó 571 cisternas en todo el país, además de haber realizado 90 perforaciones, 16 tanques australianos, 15 represas y más de 500 protecciones de vertientes.

Por otra parte, desde la Coordinación Nacional de Transferencia y Extensión del INTA y junto con la Unidad de Cambio Rural (del Ministerio de Agroindustria de la Nación), mediante distintos trabajos enmarcados en un proyecto de adaptación al cambio climático en el NEA, se contribuyó a que más de 1.200 familias y 11 escuelas hoy cuenten con acceso al agua para uso integral, por medio de 460 obras en Chaco, Santa Fe, Santiago del Estero y Corrientes.

Cisternas de placa

Se trata de sistemas de captura y almacenamiento de agua de lluvia, considerado por los especialistas como una tecnología apropiable y de bajo costo. Si bien su construcción es sencilla, es exigente en cuanto a los materiales y el procedimiento.

Cada módulo consiste en una estructura de madera para techo de chapas de 48 metros cuadrados, canaletas y bajada de PVC, filtro y cisterna con una capacidad de 16.000 litros.

Para su construcción, se realizó una serie de talleres en los que se capacitaron a las familias anfitrionas quienes, además, colaboraron activamente en el proceso. Las cisternas se construyeron en base al modelo de ASA de Brasil (ONG del semiárido brasileño) y con los pasos detallados en el libro de Ediciones INTA.        

Al finalizar el proyecto, la organización recibe un juego de moldes para armar las placas y vigas para la cisterna, lo que le garantiza tener las medidas exactas para asegurar la estabilidad y estanqueidad del almacenamiento.