Anoche, con la presencia de más 5.000 personas y hasta esta madrugada, fue la primera fecha en la que el Rey Momo comenzó a desplegar su soberanía en Quimilí, departamento Moreno, donde se vivió, en lo que fue la primer noche de la apertura de las fiestas carnestolendas, un espectáculo sin igual, que le otorga el título a esta ciudad de la “Capital de la Cultura de los Carnavales Santiagueños”.

El majestuoso corsmódromo, instalado en la playa de la terminal de ómnibus, fue el escenario de un espectáculo único, donde el color, la magia y el embrujo se conjugaron armoniosamente en el marco del evento popular más convocante que tiene la región.

Como lo dicen los santiagueños, “miles y miles de personas” asistieron a la propuesta cultural, organizada y diseñada por la municipalidad y puesto en la escena por el pueblo quimiliense, para el disfrute de la multitud, que se dio cita en la primer noche de brillo y alegría, donde se han exhibido esculturales y fantásticos físicos femeninos, que no sólo atraen por su belleza, sino también por el talento para la danza, acompañadas de brillo, plumas y tocados, en comparsas que lucen esplendorosos trajes, todo en armonía con una delicada coreografía para amoldar un espectáculo sin igual.

Hay preocupación en los organizadores, ya que se estima que en esta segunda noche de sábado se redoblará el público.

Cabe destacar que los corsos quimilienses están programados en cuatro noches de desfile, por lo que continuarán el próximo sábado 2 y concluirán el domingo 3 de marzo.