En Monte Quemado, la decisión del intendente Manuel Osvaldo Castillo, de dejar cesantes a otros 23 empleados municipales, que prestan servicio en el hospital público, profundiza la angustia de la familia municipal. En tanto, el intendente de la ciudad de Añatuya, fue intimado por la justicia a reintegrar a los trabajadores del Tribunal de Cuentas, que había dejado cesantes.

Añatuya

La justicia hizo lugar a los Recursos de Amparo presentados por los trabajadores del Tribunal de Cuentas de la ciudad de Añatuya, que fueran despedidos por el intendente Héctor Ibáñez, quien deberá reintegrar a los empleados a sus respectivos puestos de trabajo. En lo que es otro revés del jefe comunal de la cabecera del departamento Taboada, quien días pasados derogó su propio decreto, devolviendo las categorías y volviéndolos a planta permanente a los que había contratado.

En ese sentido, en otros casos en que empleados municipales habían sido arbitrariamente despedidos y habían presentado Recursos de Amparo en la Justicia, se pudo saber que el pasado miércoles 2, la Justicia local, a través del juez Dr. Álvaro Mansilla, hizo lugar a las medidas cautelares de los amparos presentados por los empleados del Tribunal de Cuentas municipal: Dora Castro, Daniel Pérez, Mónica Hernández, Norma Coria y Marcela Ledesma, entre otros, a quienes se pretendía desde el Ejecutivo remover de sus cargos en lo que es otro  revés del funcionario añatuyense.

Monte Quemado

Por otra parte, en la ciudad de Monte Quemado, con el cómplice silencio de los gremios, la información suministrada por El Municipal Web, fue confirmada, ya que el intendente Castillo adelantó al director del Hospital Francisco David la decisión de dejar sin trabajo a 23 trabajadores contratados por el municipio, afectados a ese centro asistencial, entre ellos enfermeras, agentes sanitarios, mucamas y choferes.

Ayer, la Dirección del Hospital reunió al personal contratado y le informó de la decisión del ejecutivo municipal, que vuelve a atentar contra la familia municipal, sumando otros nuevos 23 despedidos, a los 37 que ya fueron cesanteados y que presentaron un recurso de amparo y actualmente, a la espera del pronunciamiento de la justicia.

Cabe destacar que la gestión del intendente Castillo suma un total de 60 empleados municipales efectivos y contratados despedidos, a lo que hay que sumarle 51 jornalizados, que prestaban servicio en la sección barrido.

En Añatuya, es creciente la disconformidad. El año terminó y comenzó de manera atípica, la familia municipal se encuentra en alerta y movilizada mediante los gremios que defienden a sus trabajadores.

Por su parte, en la ciudad de Monte Quemado, con el nuevo anuncio de despidos, la familia municipal angustiada, con gremios sin pronunciarse callados y los cesanteados con la única esperanza de que sea la justicia la que le ponga fin a los excesos de un gobierno municipal encerrado en su propia soberbia, alejados del vecino, sin encontrarle el rumbo a su gestión.