Si se siente con derecho, desde El Municipal Web pedimos públicamente que vaya y denuncie, pero basta de amenazar al director del medio con la justicia en lo que interpretamos como otro atropello, que exige le informemos a las instituciones y personas que nos respaldan y se solidarizan con este diario, en un claro y extorsivo propósito de evitar adhesiones.

Informamos a la opinión pública sobre todo lo que el director escribió, que no solamente está plasmado en El Municipal Web, sino también en Nuevo Diario y como si fuere poco, acompañamos el artículo periodístico con la documentación correspondiente.

En lo que respecta a las redes sociales, El Municipal Web nunca hizo mención de su persona, es nada más que una treta de su parte para darle forma a una insustancial demanda.

Sin duda lo que está escrito es lo que se puede leer y no lo que la señora secretaria de Gobierno se imagina, en lo que es una clara y burda maniobra que persigue el fin de acallar las denuncias periodísticas sobre los despidos de obreros municipales, sobre decretos municipales y denuncias policiales que ella misma firmó en el ejercicio del cargo público que desempeña.

Trasmitimos a nuestros lectores que vamos a seguir informando con respecto a la administración municipal. La señora administra lo que es de todos (Municipalidad de Monte Quemado), compartiendo el gobierno con su padre, Manuel Osvaldo Castillo, con su hermano, “Teté” Castillo, el consuegro de éste, Silvano Espíndola y otros familiares en lo que se denomina un claro nepotismo y nunca dijimos que es ilegal.

La Señora secretaria de gobierno Silvia Mariela Castillo debe cesar en sus intenciones extorsivas, ya que todo lo publicado lo hacemos respetando la privacidad de las personas dentro del ejercicio de la libertad de prensa y de la libertad de expresión. Derechos consagrados en nuestra Constitución Nacional. Para tranquilidad de nuestros lectores, no creemos que exista juez que en democracia atente contra esos sagrados principios de un estado de pleno derechos.

A 35 años de democracia, ya no hay lugar para las tretas, basta con eso de que ha sido agraviada, esperamos que vaya y denuncie, en lo que interpretamos no es otra cosa que una “tomada de pelo” a la justicia, en la creencia que la justicia va prohibirnos informar de sus actos en su condición de funcionaria pública.

Por último, en lo más increíble, cuando en el tenor de esta segunda carta documento, cuyo faximil lo exponemos al lector público, sin perder su condición amenazante, a modo de amedrantar, exige hagamos referencia a los medios y las personas e instituciones que se solidarizaron con nuestro periódico digital, en el más claro propósito de atemorizar a toda persona que se solidarice y se pronuncie a favor de nuestra labor periodística.