Los panaderos de los departamentos Copo, Alberdi, Pellegrini y Moreno coincidieron que la gente no consume pan y las ventas descendieron en un 50% en todo el interior provincial.

A su vez informaron que debido al nuevo aumento de la bolsa de harina tendría que haber un incremento en los panificados, sin embargo, tuvieron que mantener el precio, porque las ventas cayeron más de un 50%; a esto hay que sumarle los incrementos que sufrió la tarifa eléctrica. Ante este escenario en el sector se trabaja “a pérdida”, y sólo se gana para pagar a los empleados, se los escuchó decir.

“Las pequeñas y medianas panaderías estamos pasando una situación difícil, la bolsa de harina volvió a aumentar y llegó a 750 y 800 pesos, cuando en enero y febrero pagábamos 240 pesos;  y para juntar 80 mil pesos por 100 bolsas de harina cuesta mucho, se quejó un panadero de la céntrica avenida de la ciudad de Nueva Esperanza y confesó que las ventas han bajado más de un 50% por ende “no podemos aumentar el costo de los panificados porque no se venden mantenemos el precio del pan, y continuamos trabajando para no cerrar la panadería, pero si sigue subiendo ya no nos vamos a poder mantener y agregó que estas condiciones estamos trabajando a pérdida, sólo para pagar a los empleados”, advirtió.

Por su parte, el panadero de Alberdi expresó que “ante esta situación, la gente no tiene el poder adquisitivo, porque por más que no se aumente, igual no les alcanza para comprar un kilo, los que antes venían y compran un kilo o un kilo y medio de pan hoy llevan pan por 10 o 20 pesos, está muy mal la familia donde hay chicos que son los que más piden ya no consume pan porque no les alcanza.

Por su parte, en la ciudad de Quimilí, un panadero cuya fabrica está ubicada en la avenida San Martín se quejó: “Nosotros somos fabricantes, hacemos bocaditos, pan de leche y pan de hamburguesa, pero se vende muy poco y nos cuesta mucho mantenernos, lamentó.

Al respecto, los panaderos coincidieron en recordar que el impacto de la suba de tarifas también los perjudicó. “Antes la electricidad pagábamos 2 mil pesos, y ahora abonamos promedio 10.500 y hasta 12,000 pesos mensuales de energía eléctrica, todo nos cuesta mucho porque tenemos que juntar todos los días el pesito de ganancia para cubrir los gastos a fin de mes”, sostuvieron.

Amical, un obrero de una panificadora de Monte Quemado, contó que el porcentaje del costo de la harina es casi el 50%, a eso hay que sumarle el sueldo, los aportes, entre otras cosas”. Además, informó que el kilo del pan se está vendiendo a 35 y 40 pesos y en los almacenes al consumidor final se le cobra 50 pesos”.

Por su parte, otro panadero que también habló al respecto indicó que “todos los colegas están pasando por la misma situación” y que permanentemente aumenta el valor de la materia prima y de la energía eléctrica, mientras que nosotros no le podemos seguir el ritmo porque si lo hacemos nos quedamos sin cliente. De hecho, eso ya está sucediendo, porque cayeron a la mitad nuestras ventas y agregó que es muy triste lo que está pasando, la gente viene a comprar y lleva muy poco, por ejemplo, un cuarto de pan o solo por tantos pesos”, confesó.

El dueño de una panadería de Campo Gallo comentó que “desde el mes de marzo que la venimos peleando en el sector, porque más o menos de ahí comenzaron los aumentos desmedidos en la bolsa de harina, de ahí prácticamente cada 15 días los precios se modificaban, un verdadero desastre. Yo tengo dos empleados a los que debo pagar y lo que entra en el negocio no me alcanza, ya tuve que despedir a tres y aún así los números no cierran”.

Por último, todos los que brindaron su testimonio coincidieron que no es el mejor momento el que están atravesando y que desde hace tiempo “vienen trabajando a pérdida”, tratando de no quebrar, pero a la vez no saben hasta cuándo podrán seguir.